En el trascurso de los primeros meses del año, los controles realizados por la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM) permitieron sancionar a 325 conductores de vehículos de transporte escolar, por incumplir con las normas de tránsito vial en Bogotá.
Estos operativos, que forman parte de la estrategia Ruta Pila y cuentan con el apoyo de la Policía de Tránsito y Transporte, buscan reducir los índices de siniestralidad de las rutas escolares y aumentar la seguridad vial de los menores de edad que circulan a diario en las vías capitalinas.
Con el levantamiento de las restricciones en movilidad que supuso la pandemia, desde el pasado 18 de enero se retomó el programa Ruta Pila en Bogotá, el cual arroja en este primer trimestre un balance de 1.798 vehículos de transporte escolar revisados y 19 rutas inmovilizadas.
Las dos infracciones más comunes que comete este grupo de conductores se relacionan con no portar el equipo de prevención completo y conducir el vehículo escolar sin el permiso respectivo o con los distintivos reglamentarios, como son la leyenda pintada en la parte delantera o trasera y las franjas amarillas y negras en la parte posterior.
Más de un millón de niños y adolescentes usan rutas escolares en la ciudad para asistir a sus colegios, “por esto, la SDM recuerda la corresponsabilidad a padres, instituciones educativas, conductores del gremio y empresas de transporte para que entre todos logremos desplazamientos seguros”, afirma Nicolás Correal Huertas, Subsecretario de Gestión de la Movilidad.
Los padres deben tener en cuenta y exigir a los conductores y a los colegios que la ruta o vehículo que le presta el servicio esté debidamente autorizado. Esto lo pueden verificar en la página del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT) con el documento de identidad del conductor y el número de la placa.
Desde que iniciaron las clases en 2022, cada día se sancionan en promedio siete automotores de ruta escolar en Bogotá.
También, se debe exigir que la ruta cuente con botiquín de primeros auxilios y equipo de carretera en buen estado, así como el acompañamiento de un adulto en cada desplazamiento y hacer revisiones de la capacidad de sillas y su estado: cinturones de seguridad, luces, escaleras y vidrios en perfectas condiciones; es decir, que no estén vencidos, ni quebrados.
