Otro de los autos concepto que se adelantaron a su época por el extravagante diseño de la carrocería, es el Maserati Boomerang, que vio la luz en la década de 1970.
Es un hecho que hace 50 años, este prototipo fue toda una sensación por su estilo extremo, futurista, casi irracional y bello.
Diseñado por el célebre Giorgetto Giugiaro y producido por Italdesign, el Maserati Boomerang se construyó como una pieza única para hacer su debut en el Auto Show de Ginebra 1972.
Como base (el chasis y toda la mecánica), Italdesign eligió al Maserati Bora, con un motor en posición central trasera V8 de 4,7 litros.
Este motor podía desarrollar hasta 310 hp de potencia, consiguiendo una velocidad máxima de casi 300 km/h. Contaba con tracción trasera y una caja de cambios de cinco velocidades.
Lamentablemente, el cupé deportivo biplaza nunca llegó a producción, sin embargo, dejó un legado de estilo que continuó presente no solo en las posteriores creaciones de Giugiaro, sino también en otros proyectos, inspirando a varios fabricantes de automóviles en Europa y Estados Unidos.
Desde un punto de vista estético, la originalidad del Boomerang se evidencia por su forma de cuña, así como por sus líneas claras y atrevidas, que transmitían una imagen de penetración, potencia y velocidad.
En el interior, también era muy moderno, donde la instrumentación del tablero se integró en un volante sin radios y los asientos tenían una posición muy baja.
Para muchos, el Maserati Boomerang se considera una auténtica obra de arte. Fue una pieza revolucionaria capaz de influir en el diseño de autos posteriores.