“Siempre hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creerse el mejor”, dijo alguna vez Juan Manuel Fangio, dejando una enseñanza aplicable para cualquier aspecto de la vida. Bueno, resulta que en Shelby Super Cars no la cumplieron a cabalidad, provocando un hecho cuasi bochornoso.
Con el hiperdeportivo Tuatara, SSC intentó quebrar el récord de velocidad para un auto de producción y superar los 500 km/h. Aparentemente, durante 2020 lo había logrado, pero recientemente la propia compañía admitió que nunca pasó. En cierto punto parece que intentaron ser los mejores, pero no pudieron y le hicieron creer, no a ellos mismos, sino al resto del ambiente (lo que es peor) que lo eran.
SSC Tuatara: el récord que no fue
En octubre del año pasado, la compañía estadounidense aseguró lograr el récord de velocidad para un auto de producción, más precisamente en una ruta de las afueras de Las Vegas, Estados Unidos.
Según la firma estadounidense, el SSC Tautara se dio el lujo de quebrar por más de 60 km/h la marca anterior, establecida por el Koenigsegg Agera RS, y además superó ampliamente la barrera de los 500 km/h.
En concreto, se dijo que el hiperdeportivo alcanzó una velocidad máxima promedio de 508,7 km/h (316,1 mph), luego de llegar a los 532,8 km/h (331 mph) en el recorrido de ida y 484,5 km/h (301 mph) en el de vuelta, completando así las acciones necesarias para validar el récord ante la FIA y el Libro Guinness.
Al develar los videos y conocer cierta información sobre el supuesto récord, no fueron pocos los que lo pusieron en duda. Las sospechas se centraban en cuatro aspectos:
- Ni la FIA ni el Libro Guinness validaron el registro.
- La diferencia de la velocidad del video al compararla con la del supuesto récord quebrado.
- La imposibilidad de ver claramente el panel de instrumentos del vehículo
- La no confirmación de los datos recolectados por el medidor de velocidad empleado para la prueba.
- Su fabricante no lo pudo hacer debido a que no contó con empleados in situ.
SSC Tuatara: el nuevo récord y el “sincericidio”
Ante las sospechas sobre el récord, SSC decidió repetir la prueba en enero pasado. Si bien nuevamente pudo superar la marca del Koenigsegg, estuvo lejos de alcanzar los 500 km/h. Ni hablemos de llegar a los 532 km/h.
Esta vez, el SSC Tuatara fue acelerado en una pista de Florida, Estados Unidos, donde alcanzó los 450,1 km/h (279,6 mph) de ida y 460,4 km/h (286 mph) de vuelta, para llegar a los 455,3 km/h (282,9 mph) de promedio.
Llegar al récord no pareció suficiente para SCC, puesto que en los últimos meses intentó volver a superar las 300 mph (482,8 km/h), pero un accidente del tráiler que lo transportaba lo impidió. Claro, escribimos “volver a superar” porque según ellos ya lo habían hecho el año pasado. Bueno, resulta que no fue así.
Recientemente, y a través de un comunicado divulgado en sus redes sociales, SSC admitió que “no alcanzamos las velocidades de 331 mph (532,82 km/h) o incluso 301 mph (484,53 km/h) informadas en octubre de 2020”. Sí, las sospechas tenían su razón de ser.
De cara al futuro, SSC aseguró que “estamos esforzándonos continuamente para romper la barrera de las 300 mph de manera transparente, oficial y sin dejar dudas”. En fin, veremos de qué manera seguirá la historia de SSC y el Tuatara, pero principalmente cómo harán para recuperar la credibilidad perdida.