Como suele suceder, el fin de año es una época de anuncios relacionados con el futuro. Algunas empresas deciden dar continuidad a sus proyectos, también están las que optan por concluirlos y las que buscan nuevos retos. En este último grupo se puede colocar a Bentley.
La marca británica anunció su decisión de dejar el Intercontinental GT Challenge (reglamento GT3), aunque admitió que seguirá en el automovilismo en alguna división que se acerque a su objetivo presentado hace sólo unas semanas, de ser neutral en las emisiones de carbono y producir solo vehículos eléctricos para el año 2030.
Bentley está analizando en qué categoría correr.
Bentley baraja varias opciones. Una de ellas es ingresar a la Fórmula E, la otra es ir por el Mundial de Resistencia, donde la compañía dejó su huella con el triunfo en las 24 Horas de Le Mans de 2003 con algún híper deportivo hibrido. También está la opción de entrar en una nueva categoría de GT eléctricos que impulsa la Federación Internacional del Automóvil, y la más remota de todas es sumarse a la Extreme E.
“Tenemos cuatro o cinco cosas que estamos valorando. No voy a decir cuáles van a ser porque todavía es una discusión muy abierta. Las opciones en este momento son muy amplias”, afirmó Paul Williams, responsable de competición de la marca.
“Lo más importante es que queremos seguir en la competición en el futuro, pero tenemos que hacer algo que se ajuste a lo que la marca quiere”, agregó el directivo.
Este anuncio se suma a los varios que han llegado en este fin de año, con tantos abandonos como incorporaciones: Audi y BMW se salen de la Fórmula E, Volkswagen abandona todos sus planes de motorsport, Honda deja la Fórmula 1 pero Aston Martin se suma a la serie, Peugeot y Alpine vuelven a Le Mans...