Volvo ha inaugurado una nueva línea de fábrica de baterías en la fábrica de Ghent (Bélgica), donde a finales de este año se comenzará a construir sus autos eléctricos como el XC40 Recharge P8.
Esto es parte del ambicioso plan estratégico de electrificación y el plan para el cambio climático. La idea es reducir la huella de carbono por auto en un 40% entre el 2018 y 2025, siendo el primer paso para convertirse en una empresa carbono neutral para el 2040.
En los próximos cinco años, Volvo lanzará un auto eléctrico por año, para contar con un 50% de las ventas globales de la marca para el 2025, y el resto serán híbridos. Recharge será el nombre para todos los autos recargables, sean 100% eléctricos o híbridos enchufables.
“Me siento satisfecho y he celebrado este hito con nuestro equipo en Ghent”, indica Geert Bruyneel, Líder de producción y operaciones globales de Volvo. “Como la primera de nuestras líneas de ensamble de baterías, Ghent juega un rol de pionero en la preparación y manufactura de nuestra red de electrificación”.
En el corto plazo, la fabricación de baterías se convertirá en una importante pieza de las operaciones de Volvo a nivel mundial, lo que permitirá dar continuidad al desarrollo de una completa línea de electrificación. La planta de Ghent proveerá un importante aprendizaje en términos de optimización de procesos y eficiencia para el desarrollo de otras plantas.
Ghent es una de las plantas operadas por Volvo en Europa, que ha producido sus vehículos desde el año 1965. A la fecha, en la planta trabajan alrededor de 6,500 personas.