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Autos clásicos

Toyota 2000GT, historia de un icónico deportivo japonés

Este excepcional y exótico auto todavía se aprecia hoy en día no solo por su belleza y rendimiento, sino también por su importancia histórica.

Toyota 2000GT, historia de un icónico deportivo japonés

Toyota tiene un legado de modelos deportivos que va más allá del Supra, el 86, el MR2 y el Celica. Esta pasión por crear automóviles con un desempeño y diseño superior tienen su origen con un vehículo de culto: el 2000GT.

El origen

Tras el éxito que tuvo del Gran Premio de Japón en 1963 y 1964, el entusiasmo por todas las formas de automovilismo aumentó de manera descomunal entre los japoneses, lo que motivó a los fabricantes crear modelos de alto desempeño.

En respuesta a este ambicioso cambio en los gustos de los consumidores nipones, Toyota comenzó a desarrollar un gran turismo de gama alta para mostrar las tecnologías y los conocimientos de fabricación que se habían acumulado desde la década de 1930. Así, el objetivo era crear un coupé deportivo de altas prestaciones, pero que al mismo tiempo resultara cómodo para su uso diario. Esto dio como resultado el desarrollo del 2000GT.

Al igual que la mayoría de los automóviles que van a salir a producción, primero fue creado un prototipo. En este caso, el primer concepto del 2000GT fue completado por Yamaha Motor Company en agosto de 1965 para meses después ser presentado al público en el Auto Show de Tokio. Fue tal la admiración que causó este auto diseñado por Satoru Nozaki, que fue aclamado como el primer superdeportivo japones.

Incluso siendo una maqueta, mucha gente lo deseaba tener sin importar el costo, aunque tuvieron que esperar, porque aún quedaba trabajo de desarrollo por completar antes de poder comercializarlo.

Rompedor de récords

Toyota aprovechó ese tiempo intermedio para aumentar la anticipación de esta nueva máquina y aumentar su notoriedad. Más tarde, los prototipos 2000GT se inscribieron en varias carreras de para demostrar el rendimiento del automóvil. Asimismo, este deportivo demostró su poderío en las pruebas de velocidad del Yatabe High Speed Testing Course.

Al final del evento de 72 horas, el 2000GT había soportado una tormenta tropical y promedió un ritmo de 207 km/h alrededor del óvalo inclinado del circuito. Igualmente, rompió tres récords mundiales y estableció 13 marcas internacionales de velocidad y resistencia, demostrando sin lugar a dudas la efectividad y confiabilidad de las tecnologías avanzadas del automóvil.

Finalmente, el 2000GT inició su comercialización en el mercado japonés en mayo de 1967. Por diseño, desempeño y materiales, este modelo fue un parteaguas en la historia de la compañía, incluso, su producción no ocurrió en alguna de las plantas de Toyota, sino que se contrató de nuevo a Yamaha para que se encargara del ensamble, ya que tenía la facilidad de armar automóviles en pequeños lotes.

Alto desempeño

Junto a la espectacular carrocería, el Toyota 2000GT ocupaba un motor de seis cilindros en línea productor de 150 hp y 176 Nm de torque, una caja manual de cinco velocidades, un sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas y llantas de aleación de magnesio, algo nunca antes se habían visto en un modelo de producción fabricado en Japón. Gracias a su bajo peso (1,122 kilos), el desempeño de este coupé fue algo de llamar la atención, ya que ofrecía una velocidad máxima de 218 km/h y una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 8.6 segundos.

Adentro, el 2000GT disponía de una serie de elementos que elevan su exclusividad, tal es el caso del tablero de chapa de madera de palo de rosa, radio de sintonización automática y una columna de dirección de alcance ajustable. Debido a que fue pensado para los conductores japoneses, el interior es quizás un poco pequeño para los clientes europeos o estadounidenses, por lo que dos prototipos 2000GT se convirtieron en modelos descapotables para su aparición en la película de James Bond, "You Only Live Twice".

Producción limitada

En 1969, Toyota aplicó un pequeño facelift en el 2000GT, mismo que consistía en reducir el tamaño de las luces de diurna. A la vez, permitió a los compradores optar por aire acondicionado y una transmisión automática de tres velocidades. Al final de la producción en 1970, se había producido un total de 351 unidades, 337 de las cuales se vendieron como autos de calle. Hoy en día, un ejemplar de estos puede ser vendido en más de $750,000 dólares.

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