El Kia Mohave aún tiene vida. Si bien sus ventas no fueron las esperadas en Estados Unidos (donde usaba el nombre Borrego), siendo reemplazado por Sorento y Telluride, en Corea del Sur el Mohave vivirá una vez más. Por lo que podemos apreciar en imágenes, este no es un modelo nuevo, sino que un contundente facelift aplicado sobre el ya conocido modelo y esto queda latente por la forma de sus puertas y ventanas, así como los contornos exteriores de los focos traseros, signos de que se usó la estructura vigente. Podríamos equivocarnos, pero la verdad es que, conociendo el trabajo de la marca surcoreana, se hubiesen arriesgado más de hacer un modelo completamente nuevo.
Al menos lo parece, puesto que, de golpe de vista, la nueva parrilla frontal llega hasta los bordes del auto, con cuatro faros individuales, ocultos entre los casilleros dejados por la trama de la parrilla. También hay focos auxiliares en los costados de las defensas y una decoración color aluminio en la parte baja. La parte posterior tiene un gran conjunto lumínico, incluyendo un heckblende donde se inscribe la palabra Mohave. Abajo sobresalen cuatro salidas de escape de diseño rectangular. Sumado a los faldones laterales, se busca dar una estética premium, más fina y moderna que la del Mohave que ya conocíamos. Ojo, que no hay insignias Kia, más solo un curioso escudo en el medio.
Como la información no es mucha, tuvimos que entrar en la página web coreana de Kia, donde usamos todos nuestros conocimientos en la lengua coreana (Google Translate) para saber de sus especificaciones.
Y es que Kia le puso absolutamente de todo. Directamente de la ficha técnica, se desprende: asistente de colisión frontal, asistente de cambio de carril, radar de colisión posterior, radar de punto ciego y trafico cruzado, sistema de iluminación Full LED con ajuste automático, control crucero inteligente (con reinicio automático, identificación de zonas de seguridad, curvas y correlación con navegador), nueve airbags, asistente de manejo/arranque en pendiente, radares de estacionamiento, control dinámico de estabilidad, monitor de la presión de los neumáticos, rines de 18 o 20 pulgadas según versión, espejos eléctricos y térmicos, parabrisas con filtro UV, computadora de viaje en pantalla de 7", espejo interior fotosensible, soporte para telepeaje integrado, asientos de cuero con opción para 5, 6 o 7 ocupantes (las delanteras, climatizadas), Smart Key con botón de encendido, freno de estacionamiento eléctrico, volante calefaccionado, climatizador dual con filtro activo e ionizador, techo panorámico, sistema multimedia UVO en pantalla táctil de 12.3 pulgadas y un largo etcétera que se prolonga si vamos escalando en las versiones. Audio premium, ajuste eléctrico del volante, panel de instrumentos digital, head-up display, carga inalámbrica y sistema de audio premium firmado por Lexicon, entre lo demás.
El cambio más radical lo encontramos en el interior, el cual aún no tiene imágenes definitivas, más que una ilustración que nos revela rápidamente que este auto no es un Kia cualquiera, incluso si me permiten decir, luciendo muchísimo más fino que un Stinger. Un salto radical al lado del envejecido interior que le recordamos al Mohave de hace un par de años.
El coloso de Kia, se motivará por medio de un V6 Turbodiésel de tres litros (Euro 6) del cual no se entregaron especificaciones, aunque suponemos es una evolución del motor que ya llevaba, cercano a los 250 Hp y 406 lb-pie, asociado a una caja automática de ocho velocidades y a un sistema de tracción 4WD con bloqueo de diferencial y modos de manejo (Comfort, Eco, Sport, Sand, Mud, Snow).
Sus ventas deberían comenzar en septiembre y se desconoce si se exportará a otros mercados, aunque suponemos no será el caso.