La Targa Florio es para las marcas italianas lo mismo que Le Mans para el resto de los fabricantes. Simplemente es la carrera más importante que se podía ganar en las primeras décadas del siglo 20, y donde firmas como Maserati, Alfa Romeo y Ferrari escribieron los capítulos más importantes de su historia.
Pues bien, en ese contexto se entiende la celebración de Maserati por los 80 años de la victoria de Luigi Villoresi en la Targa Florio de 1939 al mando de un 6CM, que a la postre sería la tercera y última victoria consecutiva el modelo en la mítica prueba siciliana, tras adjudicarse también los eventos de 1937 y 1938.
El Maserati Tipo 6CM fue un fantástico auto diseñado por Ernesto Maserati en 1935 y que inició su andadura deportiva un año más tarde. De ellos se fabricaron 27 unidades hasta 1939, cuando fue reemplazado por el Tipo 4CL.
Para la época en que fue diseñado, el 6CM incorporó muchas soluciones novedosas en materia aerodinámica, pero también en el motor, un seis cilindros en línea con los cilindros dispuestos en pares en un mismo block con la cabeza, con dos árboles de levas impulsados por una cadena de engranajes ascendentes, y un sobrealimentador volumétrico Roots, que ofrecía una potencia de 175 Hp, pudiendo alcanzar los 230 km/h.
Sin embargo, lo más distintivo era el chasis, con una estructura que seguía teniendo el diseño de escalera, pero con suspensiones delanteras muy innovadoras, que incluían resortes de torsión montados de tal manera, que podían ajustarse a las características de cada circuito.
La Targa Florio es una de las carreras automovilísticas más antiguas del mundo, y debe su nombre a Vincenzo Florio, un empresario de Palermo, quien organizó la primera carrera en 1906 por las calles y carreteras de la isla de Sicilia.
Obviando los años de la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Targa Florio se disputó ininterrumpidamente por 62 ediciones hasta 1977.
El Maserati Tipo 6CM triunfador en la Targa Florio de 1939 está perfectamente restaurado y se exhibe en la Colección Panini de Módena.