Entre los componentes vitales para el funcionamismto del motor se encuentran las bujías de encendido, sin embargo, muchas veces no se les presta atención que requieren.
Teniendo como principal función conducir la corriente eléctrica que va del sistema de encendido a la cámara de combustión es vital que estén en optimo estado y cambiarlas periódicamente. De no ser así, el desempeño del auto no será el adecuado, pues dentro de su accionamiento, la chispa que la bujía lanza se genera la combustión entre el aire y el combustible que posteriormente hará que el motor funcione para dar energía a las ruedas. En pocas palabras es un ítem responsable de la correcta quema de la mezcla de aire y combustible.
Siendo un poco más específicos, en el momento que ocurre la chispa eléctrica entre los electrodos de la bujía, se inicia la quema del combustible generando una “esfera de fuego”. Esta “llama” se propaga a lo largo de la cámara de combustión quemando la mezcla de aire-combustible y promoviendo la expansión de los gases.
De esta manera, en caso de que la bujía no opere de manera adecuada por defecto de la misma o por su antigüedad, esto directamente recae en el consumo de combustible durante el encendido del motor, en las emisión de gases contaminante, en el desempeño del motor y en el encendido.
Una vez entendido el funcionamiento, hay que mencionar que existen distintos clases de bujías, de acuerdo al grado térmico, es decir, la capacidad que posee en disipar el calor. En una bujía caliente la disipación del calor será más lenta. En una bujía fría la disipación del calor se realizara de forma más rápida.
Al tener en cuenta que para cada vehículo tenemos una bujía específica, no se debe alterar la especificación de la bujía que fue desarrollada en conjunto con el fabricante del vehículo. Para saber cuál es la ideal es importante consultar la aplicación de la bujía en el manual de su vehículo.
La durabilidad
Quien establece el kilometraje de cambio de la bujía es el fabricante del vehículo dentro de las especificaciones de cada proyecto. Durante el desarrollo del vehículo son realizados diversos exámenes de durabilidad, conforme al resultado de estos test es que se establece el kilometraje de cambio.
Los fabricantes orientan en sus manuales que en condiciones de uso severo del vehículo el intervalo de recambio debe ser reducido por la mitad, esto significa que si se establece un periodo de cambio de una bujía de encendido cada 20,000 kilómetros en condiciones de uso severo, el cambio debe ser realizado cada 10,000 kilómetros.
En relación a los inconvenientes más comunes de una bujía tenemos:
Carbonización
Ocurre cuando existe acumulación de carbón en la punta ignífera de la bujía. Debidoa que el carbón es conductor de energía eléctrica, al estar carbonizada sufrirá perdida de aislación provocando fallas de encendido.
Conforme aumenta la rotación y la carga del motor, sube la temperatura en la punta de la bujía. Cuando la temperatura de la punta supera los 450 grados entramos en una zona de temperatura que llamamos de auto limpieza, ya que la propia bujía quema los residuos de carbón de la punta.
Sobrecalentamiento
Sucede cuando la temperatura de la punta ignífera de la bujía traspasa los 850 grados. Podemos reconocer a una bujía que sufrió sobrecalentamiento cuando la punta se presenta en forma blanquecina con gránulos esmaltados o puntos negros en la superficie. Existen casos donde puedo ocurrir la fusión de los electrodos central y lateral, pudiendo llegar a desaparecer completamente los electrodos.