Lamborghini Polo Storico, la división de autos clásicos de la marca italiana, se dio a la tarea de restaurar una de las unidades del Lamborghini Miura SV. Este auto tiene un motor V12 de 3.9 litros, capaz de generar 380 caballos de fuerza, realmente sorprendente para los estándares manejados en la década de los sesenta; este ícono en específico es del año de 1972 y pertenece a Jean Todt, actual presidente de la FIA.
El Lamborghini Miura SV está inspirado en autos de competencia de la época, como el Ford GT40 y el Ferrari 250 LM, siendo uno de los pioneros del segmento de los deportivos, pues fue el primero en presentar la configuración de un motor central, cuestión que ayudaba a repartir el peso entre ejes, de forma más eficiente.
Esta unidad se fabricó el 11 de noviembre de 1972 y recibió el número de chasis 3673, este número perteneció anteriormente a un Lamborghini Miura S de 1969, que fue declarado pérdida total apenas unos meses de haber sido vendido. Tal vez te estarás preguntando ¿Por qué tiene un número “reciclado”? La respuesta es muy sencilla, anteriormente la reutilización de números VIN se realizaba con frecuencia entre los fabricantes de autos deportivos en esa época, por lo que al quedar libre dicho número se volvía a utilizar para futuros modelos.
El proceso de restauración tardó alrededor de 13 meses, en donde los ingenieros se encargaron de desmantelar el auto en su totalidad para verificar que cada pieza del auto estuviera en su sitio correcto. Las piezas que contenía eran las originales y se encontraban en buen estado, únicamente se le dio tratamiento a la carrocería y se repararon algunos detalles para dejarlo simplemente espectacular.
El color de la carrocería corresponde a un Rosso Corsa que cuenta con una línea dorada en los laterales, así como un interior en color negro con detalles de aluminio; esta configuración la realizó el primer dueño, un millonario de Sudáfrica que posteriormente lo vendió. Simplemente una obra de arte ¿no lo cree?
La entrega de este auto tan especial se realizó en la exposición de Retromobile Show de París, en donde ni más ni menos que el director general de Lamborghini, Stefano Domenicali, fue el encargado de entregar las llaves a su propietario.