Hace menos de un año, el mandamás del Grupo FCA, Sergio Marchionne, indicaba públicamente que le parecía "un concepto obsceno" pensar en una Scudería Ferrari participando en la Fórmula E. Pero los tiempos han cambiado, y también las necesidades.
Luego, Marchionne no tuvo tapujos en decir que la incorporación de Ferrari a la Fórmula E era "una posibilidad". Se lo contó a Motorsport a fines del año pasado, y ahora sabemos por qué.
En el plan futuro de Ferrari aparecen muchos modelos híbridos, como lo es el increíble LaFerrari. Marchionne los necesita si quiere elevar sustantivamente los niveles de producción de autos de la marca, como tiene planificado, de 8.000 unidades en 2016, a 9,000 en 2019 y a 10,000 antes de 2025.
El tema es que hoy no necesita cumplir con la norma de emisiones de CO2 al producir menos de 10,000 autos al año, pero con una gama completamente electrificada (no eléctrica, hay que hacer la distinción), cumpliría con la norma de CO2 y podría fabricar más deportivos.
Y eso nos lleva de nuevo a la Fórmula E, un escenario propicio para el desarrollo de tecnologías, y que sigue involucrando marcas que básicamente tienen los mismos objetivos: generar sinergias y nuevos desarrollos en materia eléctrica. Audi, Renault, Jaguar, DS Automobiles, Mahindra, BMW y Mercedes-Benz ya están o estarán muy pronto.
"Necesitamos involucrarnos en la Fórmula E porque la electrificación vía hibridación va a ser parte de nuestro futuro. La hibridación es crucial para Ferrari", dijo recientemente Sergio Marchionne a la revista Auto, medio oficial de la FIA. Del "concepto obsceno" al "necesitamos" en menos de un año.
Eso sí, Marchionne aseguró que tal cual está hoy la categoría, donde no hay opciones reales de trabajar desarrollos propios y que por obligación se comparte tecnología licenciada por McLaren (motores) y Williams (batería), no es opción para una marca como Ferrari.