Las imágenes que les mostramos no son dibujos o “renders”, se trata de un vehículo real, que construyó la empresa Boeing en la década de los ochenta, con la firme idea de que un artefacto así sería cosa común en el venidero Siglo XXl –el cual en sus ya tres lustros no ha confirmado la llegada del auto volador- El intento más aproximado se llama AeroMobil,aun está en fase de desarrollo y su concepción ha presentado un cúmulo de problemas que lo mantienen muy lejos de la producción.
Sky Commuter de Boeing, es un concepto de movilidad familiar, tanto en tierra pues su aerodinámica carrocería cuenta con tres ruedas que le permitían – por lo menos en teoría- moverse como un vehículo común y corriente, en cuanto el conductor-piloto decidiera emprender el vuelo, simplemente cambiaba de modo y el Sky Commuter estaba listo para despegar, insisto, eso era en teoría, en la práctica las cosas fueron muy distintas, ya que en las pruebas realizadas, la estabilidad era casi nula. El vehículo funcionaba con una turbina de gas, conectada a tres enormes hélices a través de un eje de transmisión similar a los que usan los helicópteros y que se suponía, brindarían la suficiente sustentación para un vuelo cómodo y confiable.
Boeing gastó más de $6 millones de dólares en el desarrollo de tres prototipos, de los cuales dos fueron destruidos o severamente dañados en las pruebas iniciales, por lo que los altos directivos de la empresa cancelaron el proyecto en su etapa inicial.
El único sobreviviente de los tres Sky Commuter será subastado por la casa Barret-Jackson próximamente, un vehículo que solo servirá para fines de exhibición, ya que no tiene motor, y por consiguiente es incapaz ya no digamos de volar, ni siquiera puede moverse por sus propios medios.
Si eres amante de las creaciones futurísticas, y te sobran algo así como $70,000 dólares, puedes pujar por esta creación, que es un monumento a la creatividad e imaginación espectacularmente inútil.