El Mazda Miata (MX-5 como lo conocemos en Colombia) es, sin duda, un clásico moderno que tiene ganado su lugar en los libros del mundo automotor. Su concepción es realmente anecdótica y tiene muchos personajes involucrados que perfectamente podrían considerarse como sus "padres", pero si le preguntas a cualquier fanático del pequeño roadster japonés, el nombre que más vas a escuchar es el de Tom Matano, cuya calidez y cercanía con la comunidad ayudaron a mantener viva la llama de este modelo.
Lamentablemente, Tom Matano falleció el pasado 20 de septiembre a los 76 años y, para homenajearlo, repasamos su historia, trayectoria e importancia en el mundo de los autos.
Un pasado formado en GM y BMW

Uno de los primeros bocetos del BMW Serie 8, obra de Tom Matano.
Tsutomu "Tom" Matano nació en Nagasaki, Japón, y migró a muy corta edad a Estados Unidos, donde hizo sus primeros avances. Si bien salió del país con un grado en análisis de ingeniería, en Estados Unidos aprendió inglés y se graduó como diseñador con énfasis en transporte. Su viaje profesional siempre estuvo impulsado por el deseo de aprender y racionalizar el diseño, quizás como herencia de su abuelo, de quien habló en algunas entrevistas, diciendo que fue fundamental en entregarle una perspectiva amplia y romper la burbuja de su círculo; que aprendiera a conocer todo tipo de realidades.
La carrera de Matano comenzó en General Motors, gracias a un proyecto auspiciado por la compañía en el ArtCenter College of Design (ACCD), donde estudió. Chuck Jordan, por entonces director de Diseño de GM, se lo llevó a Detroit, a los cuarteles de Warren, donde trabajó en Oldsmobile y aprendió de proporciones, escalas y detalles. Luego, migró a Australia (GM Holden) para aprender cómo era desarrollar un auto en un estudio de menos recursos, donde muchas veces tienes que hacer trabajo que no te corresponde y compartir lugar con otros departamentos.
En los 80, Matano decidió buscar nuevos horizontes y llegó al departamento de diseño de BMW en Alemania, donde su foco de aprendizaje estuvo en aerodinámica y también en el diseño atemporal, que es la clave de muchos vehículos de marcas premium, conservando rasgos históricos, que envejezcan con gracia, pero que también tengan un atractivo contemporáneo.
El llamado de Bob Hall

Su llegada a Mazda se debió a un amigo, Bob Hall, quien fue un importante periodista automotriz. Hall era un fanático de los autos y, mientras trabajaba para Motor Trend y Autoweek hizo muy buenas amistades en Japón, especialmente con Kenichi Yamamoto, jefe de investigación y desarrollo de Mazda.
La curiosidad es que Yamamoto le preguntó a Hall qué autos podría fabricar Mazda en un futuro y el periodista plantó la semilla respondiendo que tenían que hacer un deportivo compacto como los que venían de Inglaterra, como un Lotus o un Triumph.
La semilla germinaría más adelante, cuando Bob Hall fue reclutado por Mazda para trabajar en investigación y desarrollo en Estados Unidos, y Yamamoto, antes de pasar a la presidencia de la firma japonesa, le recordó su idea inicial, motivándolo a que impulsara su proyecto.
Recomendado por Hall y por el hijo de Chuck Jordan, Mark Jordan, quien siguió pasos similares, Matano cerró el círculo y volvió a Estados Unidos como flamante director de diseño de Mazda en California, dando forma a las oficinas y nuevos métodos de trabajo. Matano le dio forma a los sueños de Hall, en lo que fue el prototipo Duo 101. Japón tendría la última palabra y Shunji Tanaka se encargaría de pulir, con la bendición de Matano, el diseño final.

El Mazda MX-5 debutó en el Salón de Chicago de 1989 y el resto es historia. Tom Matano, luego de 19 años en Mazda, en 2002 decide pasar a la formación como director de la carrera de diseño industrial en el Academy of Art College de San Francisco.
Desde su salida, Matano siguió ligado a la comunidad de Mazda y muchos aficionados lo recuerdan por su cercanía en festivales, por sus entrevistas, autógrafos y anécdotas. Incluso fue inmortalizado en Gran Turismo 7, donde puedes "interactuar" con él y aprender algo de historia en diseño, como un personaje no jugable en Gran Turismo Café.
Aunque Tom Matano falleció, su legado perdurará y será recordado no solo como ‘el padre del Mazda Miata’, sino también como un diseñador humilde y talentoso.