¿Recuerda la triste historia del Felicity Ace? Aquel buque carguero de autos que tuvo un final poco felíz en 2022, el cual transportaba casi 4.000 autos de lujo correspondientes a las marcas Audi, Bentley, Lamborghini y Porsche. La historia vuelve a repetirse, ahora con el Morning Midas, que realizaba un viaje desde China a México, con más de 3.000 automóviles y se incendió el pasado martes 3 de junio, en pleno Océano Pacífico, a 482 kilómetros al sur de la Isla de Adak, Alaska, cuando la tripulación, conformada por 22 personas, detectó humo saliendo de una cubierta donde se almacenaban varios vehículos eléctricos.
A pesar de activar el sistema de extinción de incendios de CO₂ del buque, el fuego se reavivó tras agotarse el químico extintor. Incapaz de contener el incendio, la tripulación emitió una señal de socorro y evacuó el buque mediante balsas salvavidas. Los 22 miembros del personal fueron rescatados ilesos por el carguero Cosco Hellas, que se encontraba cerca y la Guardia Costera estadounidense lo designó como un "buque del buen samaritano" por su rápida asistencia.
El buque transportaba 3.048 vehículos, incluidos 70 autos eléctricos y 681 híbridos. También transportaba aproximadamente 350 toneladas métricas de gas licuado y 1.530 toneladas de petróleo pesado muy bajo en azufre. El Morning Midas, con bandera del Reino Unido y administrado por Zodiac Maritime, con sede en Londres, se dirigía al puerto de Lázaro Cárdenas, México, con llegada prevista para el 15 de junio. Partió de China a finales de mayo, haciendo escala en Yantai, Guangzhou y Shanghái.
Este accidente deja ver el desafío que supone la gestión de incendios de vehículos con baterías de iones de litio en alta mar. Los expertos llevan tiempo advirtiendo que tales incendios son difíciles de extinguir, debido a la fuga térmica, que puede provocar que las baterías se vuelvan a encender o que las llamas se propaguen a unidades cercanas.
