California, el estado más rico de Estados Unidos y la quinta mayor economía del mundo, decidió seguir los pasos de varios países de la Unión Europea en materia de movilidad eléctrica.
Al igual que Francia, España, Noruega, Italia y otras naciones europeas, el Gobierno de California anunció que todos los automóviles nuevos vendidos en el estado tendrán que ser eléctricos a partir de 2035.
Bajo esta medida, las marcas de autos no podrán vender vehículos de pasajeros que equipen motores de combustión a gasolina o Diésel, incluso sin son híbridos.
Si bien en la actualidad, 12 de cada 100 autos nuevos que se venden en California son cero emisiones (eléctricos o hidrógeno), se busca que para 2026, la primera cifra ascienda a 35%, para 2030 a 68% y para 2035 sea el 100%.
En términos económicos, este plan costará 30.000 millones de dólares entre 2026 y 2030, o un promedio de 2.000 millones por año, según un informe de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB).
Según cifras oficiales, el sector del transporte representa más de la mitad de toda la contaminación por carbono en California y algunas partes del estado se consideran las más tóxicas de Estados Unidos.
Los investigadores estiman que eliminar los autos nuevos con motores de combustión reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 35% y las de óxido de nitrógeno en 80%.
Además de tomar esa medida para los automóviles de pasajeros nuevos, las autoridades de California buscan que los camiones medianos y pesados también se incluyan en esta estrategia en 2045.
Otro dato interesante es que California es el estado que concentra el mayor número de vehículos vendidos, al representar el 11% del total de Estados Unidos.