Considerando el direccionamiento indiscutible hacia la movilidad eléctrica y el cada vez más cercano horizonte de la conducción autónoma, Mercedes-Benz quiere replantear las tecnologías de seguridad al interior de los vehículos, con el fin de que estos no solo sean más amigables al proteger los ocupantes, sino también para que los demás actores de las vías puedan reconocer intuitivamente, en determinado momento, lo que el automotor o su conductor pretenden hacer.
Para materializar todos sus avances sobre esa visión futura de seguridad, se presenta en el auto show de Fráncfort el nuevo Mercedes-Benz Experimental Safety Vehicle (ESF) 2019, un prototipo que sirve de vitrina para exponer una docena de innovaciones que están investigando y trabajando los expertos en seguridad del fabricante.
El ESF 2019, que se desarrolló sobre la plataforma del nuevo Mercedes-Benz GLE, es capaz de conducirse de forma completamente autónoma en situaciones particulares y se gestiona a través de un sistema híbrido enchufable. Si bien este modelo debutó hace un par de meses en Eindhoven, Holanda, la pasarela de Fráncfort ofrece la posibilidad de que lo conozca el público por primera vez.
"La gran ventaja de automatizar las funciones de conducción es que, en el futuro, se producirán menos accidentes por error del conductor. Sin embargo, los vehículos totalmente autónomos y sin conductor también se enfrentarán a límites físicos; por ejemplo, durante muchos años existirá un tráfico mixto que implicará la convivencia de modelos autónomos y otros que no lo sean”, señala Rodolfo Schöneburg, Jefe del Centro de Seguridad Vehicular, Durabilidad y Protección contra la Corrosión en Mercedes-Benz Cars.
La creación de estos prototipos para la investigación de recursos de seguridad no es nueva; de hecho, entre 1971 y 1975 se construyeron más de 30 unidades, que participaron en pruebas de choque para garantizar que se cumplía con los altos estándares en seguridad que siempre ha promovido la marca; sin embargo, el antecesor directo del ESF 2019 es el ESF 2009, vehículo de investigación que debutó en la XXI conferencia de la ESV (Seguridad Mejorada de Vehículos) en Stuttgart, hace una década.
La importancia de estos prototipos se comprueba al considerar que numerosas innovaciones presentes en el ESF 2009 actualmente hacen parte del listado de accesorios de diferentes modelos, como el airbag de cinturón (beltbag) el Pre-Safe Impulse Side (que infla el respaldo lateral del asiento cuando hay un choque por ese costado) o el Active High Beam Assist Plus.
Estas algunas de las principales innovaciones presentes en el Mercedes-Benz ESF 2019:
Seguridad integral para el conductor
Cuando el ESF 2019 transita en modo totalmente autónomo, el volante y los pedales se retraen para reducir el riesgo de lesiones durante un choque. La mayor flexibilidad interior requiere nuevas ideas para sistemas de retención, como un cinturón integrado en el asiento y airbags con espacios alternativos de instalación; por ejemplo, el del conductor acomodarlo en el tablero o incluirlo en los refuerzos laterales de los respaldos de los asientos. La idea es que después de activarse, el airbag del conductor se expande sobre la parte superior del volante, previamente retraído.
Comunicación cooperativa con el entorno
Para que todos los usuarios de las vías tengan confianza con los vehículos autónomos, deben ser capaces de reconocer al instante y en forma intuitiva lo que pretende hacer. En ese aspecto, los sensores del prototipo no solo vigilan el tráfico, sino que consideran y advierten a los demás usuarios de las vías. El prototipo también equipa faros Digital Light, cuya luz de cruce con calidad HD no deslumbra y tiene una resolución de más de dos millones de píxeles.
Seguridad infantil
El asiento infantil Pre-Safe Child cuenta con un cinturón de seguridad que se tensa en forma preventiva antes de un choque, a la vez que se despliegan los elementos de protección contra impactos laterales. Esto no solo fija al niño con mayor firmeza y precisión en el asiento, sino que además reduce las cargas que actúan sobre el menor.
Otra novedad es el monitoreo en la instalación del asiento infantil; en este caso, ocho íconos y animaciones 3D correspondientes en la pantalla multimedia indicarán que el proceso esté correcto.
Advertencia frente a riesgos en la vía
El ESF 2019 cuenta un pequeño robot que emerge en forma automática de la parte trasera del vehículo después de un incidente y se ubica a prudente distancia para advertir a los demás conductores. También se trabaja la idea de desplegar una señal de advertencia sobre el techo o usar la ventana trasera como una pantalla de información.
Recursos que combinan seguridad y comodidad
Se desarrolla un innovador airbag para los pasajeros traseros, el cual utiliza un nuevo concepto para colocarse, inflarse y desplegarse. En este caso, se cuenta con una estructura tubular y la hebilla del cinturón tendría iluminación, puerto USB y hasta calefacción; uno de los objetivos es motivar el uso de tales dispositivos entre los ocupantes.
Optimización de la seguridad activa
Se amplían las funciones del Active Brake Assist, el cual proporciona protección adicional, especialmente en situaciones de tráfico potencialmente peligrosas con usuarios vulnerables. De igual forma, al girar, ahora el sistema también detecta peatones y ciclistas que circulen en forma paralela al vehículo; si se determina una colisión inminente con usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, etc.) el conductor recibe una advertencia visual y auditiva. De igual forma, la protección de dichos actores en la vía es mucho más activa, por la diligente gestión del sistema de protección 360° y del frenado autónomo.