Si en indicador de temperatura de su auto se dispara, detecta humo blanco saliendo por la parrilla frontal y percibe el particular olor del vapor que se escapa del motor, no entre en pánico, estos son los síntomas de un auto recalentado y dependiendo de su reacción, se pueden evitar mayores daños.
Primero que todo, no apague el vehículo de inmediato, ya que elementos como válvulas o la junta de la culata se pueden averiar al estar trabajando a tope y una detención súbita los puede hacer colapsar.
Expertos en mantenimiento automotor, comparten las siguientes recomendaciones, para afrontar correctamente este tipo de situaciones:
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Al detectar que el carro comienza a recalentarse, lo primer es abrir las ventanas, apagar el aire acondicionado y encender la calefacción hasta el máximo. Aunque suene raro, con esta maniobra se pretende enviar parte del calor del motor al habitáculo para comenzar a enfriarlo.
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A continuación si se puede proceder a estacionar y apagar el motor, pero dejando la llave en posición de encendido para que los ventiladores sigan funcionando y acelera el proceso de enfriamiento.
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Si el capó está demasiado caliente o el vapor sigue saliendo, es mejor dejarlo quieto y esperar que baje un poco su temperatura antes de aventurarse a abrirlo, después de unos minutos se puede proceder a levantarlo por completo para acelerar el enfriamiento, pero siempre con precaución, pues no hay que olvidar que el vapor puede salir con mucha presión y causar quemaduras.
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Posteriormente hay que tener mucha paciencia para esperar a que se enfríe el motor, un proceso que dura entre media hora y cuarenta y cinco minutos, y tenga en cuenta que no se debe tratar de acelerar el proceso poniendo agua fría sobre el radiador o el motor, pues un cambio abrupto de temperatura podría causar daños severos.
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Para asegurarse de que ya está frío el motor y no correr riesgos a la hora de abrir la tapa del radiador, toque la manguera superior; si está dura y no se puede apretar, no quite la tapa, pues sigue teniendo demasiada presión y hay que esperar un poco más.
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Con el motor frío, se pueden empezar las revisiones, mirando si el tanque de reserva del refrigerante está vacío y revisando el motor en busca de fugas en las mangueras, o si hay algún líquido saliendo por debajo del carro. Si el envase del refrigerante está desocupado y no tiene más a mano, puedes llenarlo solamente con agua como solución temporal, al igual que el radiador.
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Si los niveles de líquido refrigerante son normales, el recalentamiento puede deberse a problemas eléctricos o mecánicos más difíciles de detectar como fallos en el termostato o en los ventiladores y es mejor llamar a una grúa.
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Luego de poner en el nivel correcto el líquido refrigerante y de haber llenado el radiador ya se puede proceder a encender el carro y revisar el indicador de temperatura. Si continúa subiendo hasta la zona roja hay que apagarlo y esperar otro cuarto de hora antes de volverlo a intentar.
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Cuando ya se pueda conducir, lo más prudente es hacerlo hasta encontrar el mecánico más cercano para diagnosticar y solucionar correctamente el daño.