La contaminación atmosférica por el uso de combustibles fósiles genera desde hace tiempo una preocupación mundial por cómo afecta la capa de ozono, y por consiguiente, nuestra salud. Es por esta problemática que un grupo de científicos del MIT Media Lab del Graviky Labs, (Universidad Tecnológica de Massachusetts, EE.UU.) liderados por el indio Anirudh Sharma, consiguió desarrollar un dispositivo que transforma en producto un desecho por excelencia: la polución del aire que sale de los tubos de escape es transformado en tinta “ecológica”.
Al invento lo llamaron Kaalink, y es capaz de recoger hasta el 93% de gases contaminantes y partículas de carbono que salen del escape, producto de la combustión que ocurre dentro de los motores de los autos. Y el filtro es añadido al tubo de escape de una forma muy sencilla, mediante abrazaderas.
Luego de un proceso en el que se erradican agentes cancerígenos y metales pesados (el secreto de su éxito que no es compartido), Anirudh y su equipo obtienen la tinta negra que denominaron Air-Ink, después que se filtre y capture el carbono no quemado emitido por la combustión incompleta del motor.
Según el equipo de Graviky Labs, para producir una suma de tinta significativa, es necesaria la recolección de partículas en alrededor dos semanas. Si no, cada 45 minutos con un motor estándar encendido, con la producción resultante se llenaría una birome.
Para llevar a cabo el desarrollo de este dispositivo, Graviky Labs comenzó una exitosa campaña de financiación colectiva a través de Kickstarter y así tratar de exportarlo al mundo.
El Kaalink sin duda trae consigo un desarrollo revolucionario ya que, teniendo en cuenta que en la tradicional elaboración de tinta se emplean combustibles fósiles para luego usarlo como tintura, además de hacer un recurso algo que normalmente se desecha podría ser una solución a la contaminación del aire en otros lugares donde se emana humo de manera industrial a mayor cantidad.
Así funciona el Air-Ink
