Es un hecho que a Donald Trump no le interesa en lo más mínimo la protección al medio ambiente. De acuerdo con un documento filtrado del Washington Post, el gobierno de Estados Unidos eliminaría gran parte de los fondos federales -$48 millones de dólares- destinados para las pruebas de emisiones y economía de combustible de los vehículos, mismas que son realizadas por la EPA -Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental)-.
En caso de cumplirse esta medida, más de la mitad del personal -168 de los 308 puestos de trabajo- encargados de realizar las cifras de consumo que vemos en las calcomanías de los autos serían despedidos.
Ahora bien, esto no quiere decir que desaparezcan las evaluaciones a los vehículos, sino que la propuesta plantea que sean los fabricantes de automóviles quienes paguen las pruebas de consumo y emisiones.
Habrá que esperar en que termina esta situación, que de llevarse a cabo no sólo afectaría con el despido de empleados, sino que también se verían afectados los consumidores y el medio ambiente.