Vararse en la calle o en carretera por una correa da piedra y de paso es un dolor de cabeza, por el costo de la misma, dejar este arreglo en manos de un “mecánico de confianza”, puede derivar en un costo mayor… a larga lo barato sale caro.
Es por eso que este tipo se le debe dejar a los profesionales. Estos son los consejos de Bosch para evitar un percance de este tipo:
-Cambie las correas en el kilometraje recomendado por el manual de mantenimiento del vehículo.
-Evite contacto con grasa, aceite, pintura y derivados del petróleo porque afecta en la durabilidad y su funcionamiento.
-Al instalarlas, verifique la correcta fijación y ajuste, utilizando herramientas adecuadas (medidores, tensores y kit de ajuste) para evitar daños en su estructura y poleas.
-Verifique el estado físico de las poleas, piñones y tensores del vehículo. No debe haber fricciones (roce) con otros elementos del sistema.
-Constate con la marca del vehículo si con cada cambio de la correa repartición hay que cambiar la bomba de agua, retenedores de los ejes de levas, cigüeñal, tensores y otros componentes del sistema.
-Nunca intente retirar las correas con el motor en funcionamiento, siempre debe estar totalmente apagado.
-Al escuchar ruido excesivo o sonidos diferentes en el compartimiento del motor, es un indicador para ajustar o cambiar las correas de accionamiento.