Antecedentes
La Harley-Davidson Street 750 nació como una necesidad de atraer nuevos clientes a la marca, más en concreto a personas jóvenes e inclusive mujeres interesadas en el motociclismo. Para hacerlo, desarrollaron toda una plataforma nueva para que fuera más amigable con el uso citadino y el día a día.
Se lanzó hace poco menos de un año en México y en corto tiempo ya se posiciona como el segundo modelo más vendido de Harley en suelo azteca. Para este año modelo 2016 presenta algunos cambios ligeros que provienen de escuchar a sus clientes y solucionar pequeños problemas que ellos encontraron.
Dentro de estos cambios encontramos un sistema de frenos más eficiente pues existieron algunas quejas en el modelo anterior. Harley sustituyó el disco delantero por uno de 300mm, le puso un caliper de dos pistones, cambió los pistones traseros y el cilindro maestro delantero ahora es de aluminio. Otros detalles que cambian es la posición del pito que ahora se sitúa por detrás del radiador y queda más oculto, las palancas de freno y clutch quedan más ergonómicas de acuerdo a la posición de manejo, el selector de cambios fue mejorado para dar una sensación mecánica y el cableado del sistema eléctrico se cambió en su totalidad para quedar menos visible.
Precio: a partir de $6,633 dólares
Características técnicas y mecánicas
Éste motor es llamado por la marca como Revolution X pues se desprende del desarrollo que hicieron con Porsche para la V-Rod, sólo que en el caso de la Street 750, como bien lo dice su nombre es de 749 centímetros cúbicos. Éste es enfriado por líquido para mejorar la usabilidad en situaciones de mucho tráfico como las que encontramos en ciudades grandes. Fue diseñado para entregar las 43 libras-pie de par motor entre las 2.000 y 3.000 revoluciones por minuto. La potencia ronda los 54 caballos de fuerza.
Finalmente existe una versión más pequeña del mismo motor de 500 centímetros cúbicos pero por ahora no se ofrece en nuestro mercado.
Algo clave para lograr esta maniobrabilidad que promete la Street 750 es el motor de dos cilindros, los cuales se encuentran a 60° y no a 45° como es tradición en la marca, esto permite que el tanque de combustible quede más abajo y también se reduzca de altura el centro de gravedad.
La suspensión delantera es de horquilla telescópica y la trasera es de un brazo basculante con doble amortiguador.
Los frenos son de disco en ambos extremos y al ser una moto orientada al uso en ciudad, encontramos una altura del asiento al piso muy baja, de sólo 652mm. La moto tiene un peso de 222 kilogramos en disposición de marcha.
Confort
La posición de manejo es como la que encontramos en una moto urbana con las piernas dobladas, los posa pies ligeramente adelantados a la cadera y el manillar recto.
Algo que encontramos extraño es que el recorrido de las palancas de clutch y freno delantero es muy largo, sin duda es algo a lo que hay que acostumbrarse.
La Street 750 viene equipada con lo mínimo e indispensable pues el reloj de 3.5 pulgadas de diámetro está compuesto únicamente de un velocímetro análogo y una pantalla de cristal líquido monocromática en la que se muestra el odómetro y dos viajes reiniciables.
Fuera de este detalle, encontramos un asiento para dos personas con posa pies traseros para el pasajero, cerradura del tanque de combustible con llave y esta apariencia Dark Custom que consta de partes oscuras como el cubre fato, rines negros, tapas del motor y escape también en negro.
La calidad de los plásticos y materiales empleados, hay que decirlo, no es la misma que la que encontramos en otros modelos de la marca, se sienten inferiores, lo mismo que el ensamble.
Manejo
Lo primero que nos llamó la atención y realmente nos impresionó fue la inmediata respuesta del motor pues se siente eléctrica, completamente instantánea. Esto obviamente provoca que la moto se sienta más ligera pues con 220 Kg de peso en disposición de marcha no es exactamente una pluma. El hecho de que éste sea enfriado por líquido y no por aceite y aire como sucede en los motores tradicionales de la marca, se agradece enormemente en el tránsito citadino pues mantiene una temperatura muy agradable de funcionamiento.
Gracias a que todo el peso está abajo, se siente también muy maniobrable. Cambia de dirección fácilmente y transitar a baja velocidad es tarea fácil, en gran parte también por la posición de manejo y el manillar levantado. Además el asiento está muy bajo respecto al piso, a sólo 65.2 cm para ser más precisos. Esto la convierte en una muy buena opción para quienes se inician en esto de las dos ruedas.
Toda la mecánica se siente de la mejor calidad, la transmisión de seis velocidades se percibe muy precisa y duradera, además con la entrega final de banda dentada es bastante silenciosa y confortable.
Nos gustaría haber manejado el modelo anterior para realmente poder expresar el cambio del sistema de frenos pero a nuestro gusto, el nuevo quedó muy bien, ofreciendo más que suficiente fuerza para detener la motocicleta.
La puesta a punto de la suspensión definitivamente está orientada al confort y de hecho tiene más recorrido en la parte delantera que su hermana mayor, la Iron 883. Esto hace que manejar en ciudad, donde encontramos baches y topes por todos lados, sea mucho más sencillo. El problema empieza cuando la enfrentamos a curvas pues aquí pierde esta sensación de seguridad al moverse a la mitad de la curva. De todas formas no se puede ser muy agresivo al girar en curvas cerradas pues los posa pies raspan fácilmente, entregándole ángulos de inclinación muy conservadores.
En carretera, se encontrará más cómodo viajando a ritmos no mayores de 130 Km/h pues la protección contra el viento es nula, provocando que todo el aire pegue directamente en el pecho y el caso, además el motor ya no se siente que empuja con la misma fuerza por el torque máximo que está en las 4.000 revoluciones por minuto.
Siguiendo con los puntos negativos, encontramos que la posición del pie derecho no es muy cómoda pues en la parte del talón estorba el sistema de escape y quema la suelas de las botas, ver hacia atrás es imposible con los espejos retrovisores pues están muy dentro del manillar y bajos, el sonido del motor no es como el de una Harley, de hecho es muy silencioso y la potencia se pierde muy rápido en cuanto subimos más de revoluciones, obligando a mantenerse en la parte baja del tacómetro que por cierto resulta complicado pues no lo encontramos como instrumento.
Nos gusta el asiento para dos personas, creemos que es muy cómodo y te permite mover fácilmente sin deslizarte, el motor Revolution X prácticamente no vibra en ralentí o nada que ver con el V Twin tradicional de la marca y el radio de giro es muy corto, sin duda algo que se necesita en una moto urbana.
Conclusión
La promesa de la Street 750 2016 es ser una Harley para la ciudad, pero dada la sensación de calidad, sonido del motor y posición de manejo, se separa significativamente del resto de la gama de productos de la marca. Sin embargo, nosotros nos divertimos muchísimo con este motor que te expulsa rápidamente con cada acelerada y esta maniobrabilidad que hace que se sienta ligera y ágil. Nos encantó la suspensión para la ciudad pues es súper suave, nada que ver con la Iron 883 por ejemplo, pero si está buscando una moto que te permita salir de fin de semana y funcionar como medio de transporte de todos los días, la Street 750 no es la mejor opción.
Creemos que la descripción adecuada es que no es una Harley para la ciudad, sino una buena moto urbana que fue creada por la marca Harley-Davidson pues tomaron todos los elementos que busca en una moto de este tipo y le pusieron el sello de la marca.
Hablando de consumo de combustible, a nosotros nos entregó poco más de 300 Km de autonomía con el tanque del 13.1 litros, quiere decir que rondamos los 23 kilómetro por litro. Bastante bueno para una moto citadina y de cilindrada media-alta.
El diseño puede o no gustarle, en lo personal no me fascina pero tampoco me parece espantoso. La realidad es que luce como una Harley pero más pequeña.
El modelo 2016 está disponible en cuatro colores: el azul que vemos en la moto de prueba, un rojo, negro brillante y negro mate.
Lo único que sí cambiaríamos inmediatamente serían los espejos, de verdad sólo ve su hombro y los autos que viajan junto a usted, pero nunca a quien viaje exactamente atrás. Algo que realmente necesita en una moto urbana.
Harley-Davidson Street 750 2016 a prueba