Antecedentes
El MX-5 Miata de Mazda es uno de esos vehículos que se ha sabido ganar año tras año la fidelidad y la pasión de sus fanáticos. La historia comienza en 1989, en donde los muchachos atrevidos de Mazda comandados por Shuji Tanaka presentan en el marco del Salón de Chicago de ese año un simpático Roadster biplaza, quizá influenciado en el BMW Z3 que la marca alemana había lanzado tres años antes. Si bien BMW y Mazda no tienen ninguna relación (todavía) el concepto del roadster alemán pareció haber servido de musa inspiradora, ya que los principios básicos fueron casi los mismos: un vehículo pequeño, no muy costoso, evidentemente con tracción trasera y que evocara el desenfado y la diversión.
La primera generación del MX-5, en esos años mejor conocido como “Miata” se comercializó de 1989 a 1998. La segunda generación nace en 1998 y presentó algunas mejoras, entre ellas un motor más potente y amenidades de confort como los vidrios eléctricos, se produjo con mucho éxito hasta el 2005. La tercera generación nace con una buena estrella, ya que al poco tiempo de su develación el MX-5 obtiene el Récord Guiness, por más de 700 mil vehículos vendidos, en 2012 la marca contabilizó el MX-5 número 900 mil, y evidentemente esta generación es a la que le tocó conmemorar el aniversario de plata del modelo, con una edición especial.
La cuarta generación, que es la que ahora nos ocupa se presentó en el mes de septiembre del 2014, de forma estática, y hubo que esperar casi un año para poder probarlo a fondo.
Precio: desde $24,915 dólares
Características técnicas y mecánicas
Ya es bien conocido que Mazda desde hace algunos años presentó sus motorizaciones con el apellido SkyActiv, esta tecnología sometió a una rigurosa dieta a casi todos los componentes de la gama Mazda, y el MX-5 no es la exepción. Bajo el capó encontramos un motor de cuatro cilindros en línea de 2.0l DOHC de 16 Válvilas y con inyección directa, montado en posición longitudinal -aquí empieza lo divertido- que está acoplado a una trasmisión manual de seis cambios que envía la fuerza de tracción al eje trasero, las cotas de Potencia y Torque son bastante equilibradas: 155 hp en el rango de las 6,000 rpm y 148 libras-pie de torque a los 4,600 giros del motor. La suspensión del MX-5 es de doble horquilla adelante y multibrazo atrás, y cuenta con frenos de disco con ABS en las cuatro esquinas
Diseño Exterior
Como todos los Mazda del nuevo milenio el MX-5 está creado bajo la filosofía del diseño Kodo, que se basa en una romántica frase en inglés que dice así “Soul in Motion”, y cuya traducción es algo así como Alma en Movimiento, que inmediatamente nos remite a la espiritualidad, un tema muy apreciado en la cultura japonesa.
Las líneas son las de un clásico “Roadster” emulando la configuración y posición de manejo de los MG B, Triumph Spilfire, Lotus Elan, ALFA Romeo Spyder pequeños rodasters biplaza de la Europa clásica, no olvidemos que el espíritu del MX-5 ha sido siempre ese, el de la libertad y diversión.
La parte delantera luce con el ceño fruncido y delata el origen netamente nipón, los costados son limpios, y presentan un ensanchamiento en las salpicaderas que le da carácter, la línea de “cintura” del MX-5 dejará nuestros hombros al descubierto cuando circulemos con el toldo abierto, y la parte posterior nos remite inmediatamente a otro gran deportivo británico, ya que la óptica es muy parecida a la del Jaguar F Type
Diseño Interior
Si el diseño exterior es atractivo, el interior es mucho mejor, ya que al estar sentado al frente de los controles, la apariencia es Premium, la calidad de los materiales es óptima y pese al área reducida todo está muy bien solucionado. El cuadro de instrumentos es básico, pero ofrece toda la información relevante, consta de tres circunferencias, a la extrema izquierda una pequeña pantalla de cristal líquido nos informa la temperatura del refrigerante y el nivel de combustible, al centro, un circulo más grande de cabida al cuenta revoluciones análogo, y que en uno de sus extremos alberga otro pequeño “display” en donde el MX-5 nos informa de la velocidad que tenemos engranada, e incluso nos “sugiere” cual deberíamos acoplar, por último está el velocímetro, también análogo, que grafica hasta los 240 km/h en ¾ partes de la circunferencia.
En el centro del tablero nos encontramos una pantalla en donde podemos ver y manipular diversas funciones, ya que es de accionamiento táctil, aquí podemos obtener información del teléfono enlazado vía bluetooth, el equipo de audio, que es completamente digital, además ofrece entradas USB y AUX, también puede reproducir CD, cuyo lector está colocado en la pequeña guantera entre los asientos, por último en la mencionada pantalla podemos ver los mapas del navegador, que por cierto hay que comentar que hay que pagar extra si se desea tenerlos, los instrumentos del A/AC son tres perillas tradicionales, y es monozona. La palanca de cambios es una de las gracias del MX-5, es pequeña, está en una perfecta posición, y es de accionamiento preciso y corto.
Manejo
Un biplaza convertible, tracción trasera promete diversión. Lo primero que hay que hacer es descapotarlo, el accionamiento de la lona es completamente manual, para manejar a “cielo abierto” solo hay que destrabar un gancho situado en la zona del retrovisor central y plegarlo, ya que el toldo se alojó detrás de los respaldos, solo hay que presionar para que un seguro lo mantenga en su lugar, no necesita de un “tonneau”, ya que el mismo toldo de lona oculta todo el mecanismo, si nos sorprende la lluvia, basta liberar el seguro que se encuentra entre los asientos y “jalar” el toldo con la mano para colocarlo de nuevo en su posición ¿Cuánto se tarda uno en hacer esa maniobra? Lo mismo que se tardaron en leer como se “pone” y se “quita”.
Quizá hoy 155 hp parezcan pocos, para un vehículo con esta presencia, quizá lo son, en apariencia, el MX-5 no necesita más, ya que gracias al buen escalonamiento de la caja de cambios, y lo alegre del motor SkyActiv, que recordemos es de alta compresión, el manejo resulta muy divertido ya que el motor es alegre, y simpre podremos girar con un buen régimen de vueltas, con una aceleración constante, que no nos defraudará a la hora de exigir, el MX-5 subirá alegremente de vueltas, hasta las 6,500, en donde un gobernador cortará la inyección de combustible, obligándonos a hacer un cambio de velocidad. Si le aunamos el enorme control que brinda la suspensión, más el perfecto balance de pesos de 50% en cada eje, obtenemos un manejo divertido, seguro, pero sin perder ese sabor “Old Fashion” y de la vieja escuela que nos brinda la tracción trasera, y ya que hablamos de ella, en el caso de que a un conductor se le pase el entusiasmo y entre a una curva demasiado rápido en donde el eje trasero elija su camino, los controles electrónicos de estabilidad harán su trabajo inmediatamente, si por el contrario, el conductor tiene los dotes para “driftear” su MX-5, puede desconectar el control de estabilidad y divertirse un rato.
Aquí la respuesta, los 155 hp, y las 148 lb-pie de torque son los adecuados, no necesita más.
Conclusión
Un vehículo divertido, con un precio interesante, que brinda satisfacciones al verlo y al conducirlo, un “dador” de sensaciones placenteras, que pondrá de buenas a sus propietarios, con una mecánica confiable, y con un buen valor de reventa.
Nadie necesita un MX-5, pero todo el mundo quiere uno, y seguramente se preguntarán el por que en el título reza, ¡El último Mohicano! y la respuesta es simple: Casi al final de la novela histórica de James Fenimore Cooper -El último Mohicano- (1757), uno de los personajes más importantes llamado Tamenud dice, "He vivido para ver al último guerrero de la sabia raza de los mohicanos", y quise reproducir esta frase más que sabia, pues en un mundo donde todo es "automático" un roadster como el MX-5 es una raza en extinción, ya que encontrarse un biplaza con caja manual, toldo manual y sin miles de "gadgets" de tecnología es comparable a la frase del viejo y sabio indio de la tribu Delaware llamado Tamenud.