Su diseño futurista –sin techo- y de color anaranjado, sin lugar a duda llamará mucho la atención, al igual que su interior con detalles y acabados en gris oscuro netamente deportivos, sello inconfundible del Ibiza.
Ya cuando hablamos de la motorización del Cupster es más terrenal, puesto que se basa en el Ibiza Cupra: Impulsor 1.4TSI que le da una potencia de 178 caballos de fuerza y va unida a una transmisión de embrague dual DSG.
Su carácter deportivo hace que la carrocería esté más cerca del asfalto, al igual que la posición de los asientos – 80 milímetros más abajo-. Además cuenta con llantas de 18” pulgadas, listas para ser probadas en cualquier pista.
El Cupster, más allá de conmemorar los 30 años del Ibiza- creo que todos imaginábamos que iba a ser de otra forma, por ser el “corazón de SEAT-, es una muestra más de lo que pueden ser capaces los diseñadores de la marca, que presentan este modelo como una apuesta a largo plazo.