
Han pasado 16 años desde que General Motors decidió poner fin a Pontiac, una de sus marcas más icónicas. Aunque el entusiasmo de sus seguidores no ha desaparecido, las esperanzas de ver su regreso como fabricante automotriz se diluyen nuevamente. Esto, a pesar de que GM presentó recientemente una solicitud de renovación del registro de la marca ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO).
Sin embargo, dicha solicitud no tiene como objetivo lanzar nuevos vehículos Pontiac, sino mantener el control del nombre para usarlo en piezas de refacción, accesorios y artículos promocionales. Es una práctica común para evitar que terceros registren y usen marcas comerciales valiosas sin autorización. También abarca el uso de su logotipo en juguetes y artículos de colección, lo que refuerza la idea de que GM solo busca proteger la marca, no revivirla.
La historia del fabricante se remonta a 1926 como una submarca de Oakland Motor Car Company, que pronto se convirtió en sinónimo de autos asequibles, pero potentes y con carácter deportivo. Durante décadas, fue una pieza clave en la estrategia de General Motors para atraer a un público joven y entusiasta. La desaparición de la marca se hizo oficial el 31 de octubre de 2010. Ese mismo año, GM también cerró Hummer y Saturn, a la vez que vendió Saab a Spyker, aunque esta última también desapareció tras declararse en bancarrota.
Entre sus modelos más emblemáticos destacan el Pontiac GTO, considerado por muchos como el primer muscle car estadounidense; el Firebird Trans Am, inmortalizado en películas y series; así como el Bonneville, Grand Prix y el Fiero, este último recordado por su diseño atrevido y por ser uno de los primeros autos deportivos con motor central de producción masiva en Estados Unidos. También hay espacio para la siempre controvertida Aztek.
Casos como el de Hummer, que volvió como una gama de SUVs, y pick-ups eléctricas bajo la marca GMC, hacen que muchos se pregunten: ¿Por qué no Pontiac? La respuesta parece estar en la volatilidad del mercado actual y en la dirección que GM ha tomado hacia la electrificación, dejando poco espacio para una marca de alto rendimiento y perfil retro. Aun así, mientras la marca esté registrada, siempre quedará abierta la posibilidad.