Coincidiendo con sus 120 años de historia que se celebrarán en 2024, la marca española Hispano Suiza anuncia el lanzamiento de un tercer modelo: el Sagrera, que en rigor será una evolución estilística y tecnológica de su primer modelo en esta nueva era, el Carmen.
Hispano Suiza era de aquellas marcas que sólo se encontraban en los grandes eventos de autos clásicos del mundo, hasta que en 2019 revivió con un modelo 100% eléctrico, el Carmen, tras 70 años desparecida del mapa.
El Carmen y su inspiración: el Hispano Suiza Xenia Dubonnet de 1938.
Chasis de fibra de carbono, dos motores 100% eléctricos traseros con vectorización de par, batería de 80 kWh para 400 km de autonomía, y una potencia conjunta de 1.019 caballos de fuerza, son las credenciales de este nuevo deportivo, que la marca define como de híper lujo. Fue diseñado y fabricado en Barcelona, tiene un peso de 1.690 kilos, y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3 segundos y seguir cortando acelerando hasta los 250 km/h.
Un año más tarde apareció el Carmen Boulogne, una versión más deportiva que el híperauto original. Ofrece una potencia de 1.114 hp, esto significa un aumento de 95 Hp, que sumado a una reducción importante en el peso, permite puede hacer el 0 a 100 km/h en solo 2,6 segundos, mientras que la velocidad máxima sube a 290 km/h.
Hispano Suiza Carmen Boulogne.
Hispano Suiza indica que el futuro Sagrera incorporará la nueva batería de 103 kWh que ya se está probando en el Carmen Boulogne y supondrá una importante evolución en cuanto a aerodinámica.
"El auto es fruto de la evolución constante del Carmen y el Carmen Boulogne. Además, establece las bases de la línea de diseño que seguirá la marca en los próximos años. Todavía no puedo desvelar muchos detalles, pero llega para seguir cumpliendo los deseos de nuestros clientes, que nos pedían algo así", indica Sergio Martínez Campos, CEO de Hispano Suiza.
Al igual que Carmen o Boulogne, el nombre Sagrera tiene su razón de ser, pusto que hace referencia a las raíces de Hispano Suiza en el barrio de La Sagrera, Barcelona, donde en 1911 instaló su primera gran fábrica, que coincidió con un aumento de la producción.Con el tiempo llegó a ocupar una superficie de 50.000 metros cuadrados, dando trabajo a 1.800 personas.