Si bien la industria del petróleo estaba a la baja, la crisis causada por la pandemia está agudizando las cosas, debido a que esto podría hacer que la demanda de petróleo no se recupere a los niveles de 2019.
La crisis sanitaria ha hecho que el consumo de crudo se reduzca de forma significativa. A esto hay que sumar el cambio en la dinámica de muchas industrias, como la del automóvil, que se orientan hacia fuentes de energía renovables.
Bajo este panorama se puede decir que ahora si comenzó el fin de la era del petróleo. Por ejemplo, hace 12 años, el precio del petróleo crudo excedía los 145 dólares por barril, pero las dos principales crisis económicas (la financiera de 2008 y la de salud de 2020) combinadas con los desarrollos tecnológicos y la estigmatización de los hidrocarburos en los países desarrollados, parecen orientar negativamente la balanza.
En realidad, este decrecimiento del petróleo comenzó hace décadas. En 1994, 40% de la energía del planeta fue generada por la combustión de petróleo. A su vez, en 2019, a pesar del salto en la demanda de petróleo a niveles récord, este porcentaje cayó al 33%.
Los expertos dicen que la destrucción permanente de la demanda, debido a las circunstancias, probablemente se acelerará.
Frente a ese entorno, la crisis generada por el covid-19 cae como un baldado de agua fría a la industria petrolera, pues se redujo el consumo diario de crudo en un tercio a principios de 2020, justo cuando el aumento por los vehículos eléctricos y el cambio a la energía renovable han reducido los pronósticos de demanda del petróleo a largo plazo.
En 2019, el mundo consumía 99,7 millones de barriles diarios y la OPEP había pronosticado un aumento a 101 millones de barriles para este año, pero como la pandemia detuvo todo tipo de movilidad y cerró la mayoría de las fábricas durante muchas semanas, dicho organismo redujo la estimación a 91 millones de barriles por día, mientras que la demanda para 2021 se estima caerá por debajo de los niveles de 2019.
Aunque el petróleo se recuperó en las últimas semanas, su repunte se ha mantenido en alrededor de los 40 dólares por barril, a medida que la pandemia plantea preocupaciones sobre si la demanda se recuperará continuamente o será revertida la tendencia.
Al mismo tiempo, los precios del crudo de hoy están muy por debajo de lo que la mayoría de los gobiernos petroleros quisieran para equilibrar sus presupuestos, incluido Arabia Saudita, el líder de facto de la OPEP.