Dentro de las suspensión de actividades comerciales y de producción en Europa originada por el coronavirus, de manera obligada estuvo involucrada la industria automotriz, que por algunas semanas estuvo paralizada en su totalidad. Esta situación provocó que abril de 2020 registrara la peor caída en las ventas después de la Segunda Guerra Mundial.
Además de este drástico descenso, la producción también se vio afectada por la suspensión de las fábricas de ensamble. En este caso, las 196 plantas que existen en la Unión Europea dejaron de producir más de 2,3 millones de vehículos.
De acuerdo con datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), en el Viejo Continente hay 298 plantas de automóviles y de producción de motores, de las cuales 196 están dentro de la Unión Europea (sin incluir el Reino Unido).
De estas casi 200 factorías, 142 producen automóviles, 38 fabrican vehículos comerciales ligeros, 58 ensamblan vehículos pesados, otras 58 se dedican a la construcción de autobuses y 71 a motores.
Desde mediados de marzo, los fabricantes se vieron gravemente afectados por la crisis del coronavirus, puesto que sus plantas se mantuvieron cerradas en promedio 30 días hábiles, acumulando hasta la fecha pérdidas de producción cercanas a 2,3 millones de vehículos.