Conforme pasa el tiempo, la industria nos sorprende incorporando nuevos elementos tecnológicos que han logrado que los vehículos sean más rápidos, ecológicos, inteligentes y mucho más eficientes, hasta llegar a los que ahora presumen de una conducción autónoma.
Pero solo uno ha demostrado ser superior a su competencia, pues conjuga lo mejor de todos estos avances, haciéndolo el vehículo eléctrico más genial de todos.
El Tesla Model S tiene un propulsor tan potente que lo podría hacer “volar” sin la necesidad de emitir ningún gas contaminante, cuenta con las mejores asistencias al conductor, sistemas de monitoreo, un elegante diseño exterior, mientras que en el interior notamos un ambiente sumamente futurista y sofisticado. ¿Qué más podríamos pedir? Posiblemente que su valor no fuera tan elevado, pero eso sería prácticamente imposible por ahora ya que el desarrollo contiene tecnología de punta que difícilmente podrá encontrar en cualquier otro vehículo.
Aunque seguramente pensará que a la compañía le falta mucho por crecer y mejorar, han demostrado ser pioneros en todos los sentidos intentando ofrecer una línea innovadora y exclusiva por donde lo veamos, convirtiendo al Tesla Model S en el más emblemático y solicitado de la firma.
Este modelo le ayudó a Tesla a dar pasos agigantados desde su producción en 2012, dando a conocer a la compañía en el mundo sin necesidad de hacer ejercicios publicitarios, solo bastaba la imponente presencia del Model S, como el que fungiría como el futuro de los vehículos eléctricos de altas prestaciones.
Este sedán de lujo resultaba espacioso, al carecer de un motor de combustión y túnel de transmisión, en donde el uso de pesadas baterías para poder impulsarlo lo dotó de un centro de gravedad más bajo, que ayuda a plantarse mejor sobre el asfalto. Esa cuestión ayuda a la movilidad y aerodinámica la cual viene de la mano de esa percepción de seguridad al conducirlo, en donde la capacidad de respuesta y la aceleración lineal te harán no querer soltar el acelerador, pues la sensación puede resultar sumamente adictiva, al utilizar el modo “Ludicrous” e “Insane”.
Aunque es probable que los entusiastas amantes de los carros prefieran un propulsor ruidoso y esa sensación que solo se percibe en un motor de combustión, Tesla ha logrado fabricar un auto que incluso esos amantes de la gasolina, quieren conducir, haciéndolo uno de los vehículos más deseados en los últimos años.