Mientras que algunos se valen del wrapping o ploteo para recubrir sus vehículos tonos excéntricos o el clásico negro mate, una empresa británica ha decido crear un vinilo que brinda a la carrocería una apariencia oxidada.
Con un diseño que simula una pintura muy maltratada, Clyde Wraps, ha logrado todo lo contrario al objetivo que persiguen quienes personalizan sus autos; hacer pasar desapercibido al modelo en cuestión. Como se puede ver en las imágenes, la compañía utilizó una Volkswagen T5 Sportline para envolverla con un ploteo 3M lleno de imperfecciones. Óxido, grietas e incluso tornillos en los vidrios forman parte de este camuflaje que hace ver más que descuidada a la van alemana.
No hay duda que, a medida que vaya ganando popularidad este sistema dejará de ser efectivo para evitar robos, pero podría ser el nuevo preferido de los amantes del tuning estilo rat rod. ¿Le gustaría personalizar su carro así?