De acuerdo a una investigación realizada por Ford, conducir o ir en transporte público en horas pico resulta más estresante que el trabajo.
Según el estudio realizado a más de 5,000 trabajadores de Ford en Europa - Barcelona, Berlín, Londres, Madrid, París y Roma- el 23 por ciento de los encuestados mencionó que le estresa el desplazamiento hacia su lugar de trabajo, en cambio el 23 por ciento encuentra, que su empleo es estresante.
En Roma, la mayoría los empleados indicaron que los desplazamientos son una mayor fuente de estrés que mudarse de casa. Por su parte, los trabajadores que viven en la capital británica piensan que transportarse hasta el trabajo es más estresante que ir al dentista. De manera global, uno de cada tres empleados ve que los desplazamientos para ir a su oficina son cada vez más estresantes, y una cuarta parte dice que los trayectos diarios cada vez son más impredecibles.
Indudablemente la situación del tráfico en las calles y avenidas de las grandes ciudades propicia a que los trabajadores lleguen tarde a su trabajo y esto quedó confirmado en el sondeo de Ford. A pesar de que salen con antelación de sus hogares poco más del 60 por ciento de los empleados llega tarde al menos una vez al mes debido a los embotellamientos y el 27 por ciento lo hace casi una vez por semana. En casos extremos el 43 por ciento admite no haber podido llegar al trabajo al menos una vez en los últimos 12 meses. Ahora bien si sumamos los más de 30 minutos que en promedio añaden a sus recorridos diarios equivalen a casi cinco días completos en un año.
Independiente del tiempo invertido o mejor dicho, mal gastado en los recorridos laborales, no solo el estrés se hace presente en los conductores, sino que también afecta a la ansiedad, felicidad y bienestar general de las personas.
Para usted, ¿qué es más estresante? ¿el trabajo o el traslado a este?
