La edición 2015 del Día sin carro en Bogotá mostró un panorama sombrío en la forma como está organizado el transporte público en la capital de la República, - en las horas pico de la mañana y tarde, Transmilenio y los buses del SITP- fueron insuficientes para movilizar a las personas que iban de su casa al trabajo y viceversa, provocando la protesta airada de mucha gente cansada del maltrato en estos vehículos.
Este fue un día especial ya que incluía a las motos – se veía más despejada la ciudad es cierto, aunque varios que se revelaron se llevaron su respectivo comparendo-. Se impusieron 367 comparendos: 130 a motos y 66 a automóviles.
El día sin carro y motos es una propuesta amigable para el medio ambiente eso nadie lo niega, pero el burgomaestre de la ciudad – Gustavo Petro- señaló que iba a proponer que se hiciera una vez al mes-.
Como alternativa a largo plazo está bien, pero la ciudad está en “UCI”. En Bogotá la malla vial está muy mal al punto que los huecos se han convertido en trampas mortales tanto para los conductores como para los peatones.
Cambiando de tercio, los datos de cuánto bajó el monóxido de carbono en este día, pero se supo que estuvo en un rango del 21 al 60%.
El “caballito de acero” para ir a la oficina o simplemente para poderse mover por la ciudad, fue el gran ganador de la jornada. Según el Instituto Distrital de Recreación y Deporte –I.D.R.D.-, rodaron por las calles de Bogotá un 1’400.000 bicicletas.
Esta iniciativa además de ser sana, poco a poco va generando consciencia en los habitantes de la ciudad que esperan que estos días se realicen más a menudo.
Esquirlas: Aprovechando el día sin carro, Guillermo Vallejo, ministro del Medio Ambiente, informó la entrada en vigencia de la norma con la que se exige la incorporación de vehículos con motores diésel con estándares de emisión Euro IV. Mientras que el Distrito entregó 20 buses híbridos y espera en los próximos meses dar 30 más.
