En los albores de la automoción manejar un auto era una tarea muy difícil, requería usar varios pedales y palancas, y la disposición de los controles no era la misma en cada modelo. Esto sucedió hasta que un auto ordenó todo de la forma que la conocemos hoy.
Palanca de cambios y freno de mano al centro, más embrague, freno y acelerador ordenados de izquierda a derecha en forma de pedales, y una llave para encender el auto, parecen lógicos hoy, pero todo eso se dispuso así por primera vez en el Cadillac Type 53 de 1916, el único año que estuvo en producción.
Ese auto no gozó de particular éxicto, pero su configuración de controles se expandió al resto de la industria automotriz. ¿Cómo? La clave está en el Austin 7 -un carro económico para la época que se hizo famoso en Inglaterra y fue exportado a varios mercados popularizando esta disposición de comandos-, la misma que hoy usan casi todos los autos.
Actualmente, esto está cambiando gracias a la electrónica que permite reemplazar a la clásica llave y desplazar a la palanca de cambios y al freno de mano de sus lugares tradicionales dejando en su reemplazo levas, botones, diales, etc. La pregunta que surge entonces es, ¿prefiere los comandos clásicos o le gustan más sus nuevas reinterpretaciones?