Córdoba, Argentina. La casa alemana presenta la versión 2012 de su primera Pick-Up, que estrena como gran novedad, para el segmento también, una caja automática de 8 relaciones. En el evento realizado en la provincia de Córdoba, tuvimos la oportunidad de manejarla por los intrincados caminos montañosos que unen la capital provincial con Villa General Belgrano.
En la ruta
Pudimos apreciar algunas virtudes ya conocidas de la pick-up como el buen espacio interior, gran confort de marcha y postura de manejo similar a un auto. Además, se destaca que la Amarok ofrece el mismo feeling que todos los vehículos VW, mismo cuadro de instrumentos, mismo volante, mismos comandos en la columna de dirección, mismo equipo de audio, mismo etc. En el lado negativo sigue quedando un tablero de diseño algo espartano y el uso de plásticos que no son del nivel al que nos tiene acostumbrados la marca.
Hablando puntualmente de la novedad, la caja de cambios automática, hay que destacar su funcionamiento impecable, rápida para subir y bajar cambios, acción que cumple sin patear. Los 8 cambios se aprovechan para sustituir (parcialmente) el uso de reductora, con las dos primeras marchas ultra cortas para proveer mucho torque, algo que constatamos utilizando el mando secuencial para retener las marchas y ver su grado de desmultiplicación.
¿Las otras 6 velocidades? A partir de 3°, las relaciones se van emparejando con las de una transmisión “convencional de 6 marchas”. En alguna recta despejada alcanzamos los 140 km/h con el motor en 2,500 rpm. Sin quedar totalmente silencioso, se notó lo relajado que viajaba el compacto 2.0L TDi con dos turbos, 180 hp y 310 lb-pie de torque, 15 más que la versión manual.
En la montaña
Una de las virtudes de esta pick-up es su comportamiento noble y predecible, sin ponernos extremos (se trata de caminos públicos y sin vías de escape) entra perfectamente a las curvas, haciendo chillar ligeramente las llantas mucho antes de perder agarre, avisando que vamos en un vehículo de centro de gravedad elevado. El pedal de freno tiene tacto un tanto esponjoso, la dirección no es particularmente comunicativa, pero aun así transmite buen nivel de confianza para ir aumentando progresivamente los ritmos.
En los tramos sinuosos nos fue posible comprobar las virtudes de los sistemas de estabilidad (ESP) y de tracción integral 4Motion con diferencial central Torsen que reparte el 60% del torque al tren trasero y puede enviar hasta el 60% adelante según la necesidad. Entrando algo pasados en curvas muy pronunciadas, la tendencia a sobrevirar es rápidamente controlada por los controles electrónicos combinando alegría moderada con seguridad.
Conclusiones
Dicho todo lo anterior, la Amarok 2012 sigue siendo una pick-up más apta para el dueño de una finca que tiene que recorrer muchos kilómetros de carretera y luego andar un poco por trochas o realizar tareas pesadas, que para el hombre que vive y trabaja cotidianamente en el campo. Se destaca el confort de marcha y la estabilidad a la que la caja automática de 8 velocidades suma un extra de refinamiento.
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