No hubo sobresaltos en el final del 32º Rally de la Argentina. El francés Sébastien Loeb fue amo y señor en una prueba en la que Citroën, su equipo, le había dado prioridad por sobre el finlandés Mikko Hirvonen.
La táctica de la casa gala se conoció el sábado y ocasionó cierta polémica. Tal vez para que no haya tanto revuelo, el domingo Hirvonen llegó a disminuir la brecha con Loeb en 1.3 segundos, aunque sobre el final del día el múltiple campeón se quedó con la gloria por más de 15 segundos sobre su coequipero.
Para Loeb no es un triunfo más ya que se trata del séptimo consecutivo que obtiene en las sierras de Córdoba y el septuagésimo en su campaña deportiva, un récord que tardará mucho tiempo en ser superado. Además, significa el primero que logra un piloto en una competencia del tipo “endurance” con más de 500 kilómetros de pruebas especiales.
“Otra victoria aquí en Argentina es increíble, sobre todo después de lo ocurrido en Portugal. Era importante reaccionar así”, dijo Loeb. “Ha sido un rally muy bueno con Mikko terminando segundo”, agregó.
La única sorpresa que hubo fue el abandono de Dani Sordo, del equipo oficial Ford. Cuando parecía que tenía el tercer lugar asegurado, sufrió un problema mecánico en la última especial de la carrera (el Power Stage Amarok Copina). Con la deserción del español, el último escalón del podio quedó para el noruego Mads Ostberg del Adapta World Rally Team.
En el Mundial de Producción el mexicano Benito Guerra se alzó con la victoria por delante del peruano Nicolás Fuchs y del ucraniano Valeriy Gorban. Guerra lidera la general de pilotos del PWRC.
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