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Test drive

Subaru Impreza XV 2011 a prueba

¿Auto?, ¿camioneta?, ¿crossover? Una nueva versión del Impreza que combina todo lo anterior.

Subaru Impreza XV 2011 a prueba

Antecedentes

El Subaru Impreza, el auto de volumen de la marca japonesa, estrena una nueva versión que reúne los atributos de un hatchback con la altura de un crossover tal como lo hace el Volkswagen Crossfox con el Lupo, Ford con la Ecosport y Jeep con la Patriot o Compass, pero a diferencia de estos, sí cuenta con un sistema de tracción integral –el característico Symmetrical All Wheel Drive de Subaru.

Aunque no está pensado para su uso fuera del camino, sí se encarga de mandar la tracción a la rueda que más la necesita durante un manejo en pavimento, asegurándose de tener la mayor estabilidad posible.

Precio: 23,890USD


Características Técnicas y Mecánicas

Dejando a un lado los cambios estéticos, el Subaru Impreza XV 2011, es igual que un Impreza hatchback en la versión 2.0R, así que encontramos al frente de la cabina un motor de cuatro cilindros opuestos horizontalmente (en H o Boxer) de 2.0L de capacidad. Éste produce una potencia de 150 Hp y un torque de 144 Lb-pie y se encuentra acoplado (en la única versión disponible para nuestro país) a una transmisión automática de cuatro relaciones.

Como es tradición en todo producto de la marca y como comentábamos anteriormente, el Impreza XV cuenta con el sistema de tracción SAWD que manda la potencia del motor a cualquiera de las ruedas para obtener un mejor agarre en curvas.

 

Interior

Dentro de la cabina, es la misma historia que con la parte mecánica pues no existe diferencia alguna con el Impreza. El tablero, el clúster de instrumentos, la consola central, el pomo de freno de mano, los botones, todo es igual, inclusive la altura de conducción.

Tanto algunos materiales utilizados para el tablero, paneles de las puertas y consola central como el ensamble general del interior podrían mejorar, ya que los plásticos los encontramos duros, brillosos y en la parte posterior (dentro de la cajuela) encontramos un ruido que nunca pudimos silenciar.

El espacio interior es bueno, sin llegar a ser destacable –en gran parte por el sistema de tracción integral que le resta profundidad a la cajuela, pero inclusive cinco ocupantes pueden viajar cómodamente.

En cuanto a seguridad, encontramos bolsas de aire frontales y laterales de cortina, además de zonas de deformación programadas en la carrocería, control de tracción, ABS, sistema de distribución de frenado y control de estabilidad, lo cual habla muy bien de la marca y su preocupación por ofrecer un producto con lo más avanzado en tecnología para la seguridad de sus ocupantes.

Exterior

La gran diferencia exterior entre la versión XV y un Impreza normal es bastante obvia pues encontramos unas piezas de plástico que rodean las salpicaderas para darle un look más aventurero y parecido a una “camionetita”. Además, está el alerón en la parte superior del vidrio trasero al color de la carrocería y las barras para carga en el toldo. Aunque el fabricante no especifica si se modificó la altura de la suspensión, por lo menos de vista, sí luce más levantado.

Nos hubiera gustado ver un cambio más agresivo al frente pues fuera de la parte más baja de la fascia en color negro, no presenta un cambio radical que le brinde esa percepción de vehículo más alto o diferente. Fuera de esto, la verdad es que el exterior no luce para nada mal y definitivamente le hace destacar del resto de los autos en la calle.

 

Manejo


La vida a bordo del Impreza XV es cómoda: los asientos te sujetan lateralmente pero ofrecen un colchón suave que permite hacer viajes largos sin problema, la posición de manejo se encuentra fácilmente gracias a los ajustes manuales del asiento y del volante (regulación telescópica y de altura) y la suspensión es suficientemente suave para absorber las imperfecciones del camino, es rígida y un poco dura como para no permitir un movimiento excesivo de la carrocería en una carretera.

Al escuchar hablar de un motor de 2.0L y 150 Hp esperas un desempeño bueno, o por lo menos que le permite al auto sentirse ágil para rebases en carretera y subidas pronunciadas. En el caso del Impreza XV no es así. Al presionar el acelerador, puedes sentir cómo el motor bóxer trabaja con todas sus fuerzas, pero tanto la anticuada transmisión automática de sólo cuatro relaciones (hoy en día resulta fácil encontrar hasta de seis en el rango de precios) como el sistema de tracción integral, le restan gran cantidad de las 144 Lb-pie de torque disponibles provocando que se sienta lento al arrancar y que en las subidas le cueste trabajo llegar a la cima. Si además le sumamos el peso que le aumenta el sistema de tracción y la altura donde realizamos la prueba (2,300 msnm en la Ciudad de México) –que le resta aproximadamente un 27% de la potencia, el desempeño es como el de un auto con un motor de bastante menor tamaño que el que trae.

Entendemos que el motor pudo haberle dado buenos números de rendimiento de combustible, sobre todo en mercados donde las calles y autopistas son completamente rectas y sin subidas y bajadas pronunciadas, pero en un territorio tan accidentado como el nuestro, la falta de torque provoca que tengas que hacer más cambios descendentes, que presiones más el acelerador y que tengas que mantener más arriba las revoluciones dando como resultado un consumo de combustible que definitivamente podría mejorar.

En las zonas con muchas curvas, la verdad es que el auto se disfruta ampliamente, ya que ofrece niveles impresionantes de agarre por el sistema de tracción integral simétrico. Aquí es donde sale a relucir la tecnología de la marca, eso sí siempre y cuando no encuentres una subida pronunciada que te quite el impulso.


Conclusión


Aunque el Subaru Impreza XV 2011 definitivamente acerca el sistema de tracción integral a un mercado que no cuenta con él, la falta de potencia, también –hay que decirlo, el precio elevado y algunos plásticos que no son de la calidad ideal nos hacen dudar de la apuesta real que es.

Probablemente si la marca hubiera ofrecido también la versión con transmisión manual, el producto ganaría puntos a su favor pero la realidad es que en un mercado tan completo como el nuestro en el que las transmisiones en ese rango de precios son de por lo menos cinco cambios, una caja de cuatro cambios resulta obsoleta.

Eso sí, si estás buscando un auto con tracción integral, definitivamente es la opción más accesible y por 2,000USD más que el Impreza normal, obtienes un exterior diferente y que le agrega personalidad y diferencia del resto de los autos en la calle.