En la ciudad natal de la marca se llevará un fin de semana de conmemoración donde coleccionistas, miembros del club y dueños actuales de varios modelos de Alfa Romeo se espera se reunan para sumar un número aproximado de 3000 automóviles provenientes de 45 países.
Celebrar los 100 años de Alfa Romeo significa repasar las páginas más importantes del libro de la historia del automóvil en lo que respecta al diseño y la innovación. De hecho, Alfa Romeo siempre se ha destacado por su capacidad para transmitir emociones y por la tecnología de vanguardia utilizada.
1910 – 2010: Alfa Romeo celebra un siglo de éxitos y récords mundiales
Alfa Romeo se fundó oficialmente en Milán el 24 de junio de 1910. Ese año, un grupo de emprendedores y empresarios adquirieron la Società Italiana Automobili Darracq, sucursal italiana del fabricante francés de automóviles, y sus talleres en Portello, en las afueras de la ciudad, y establecieron A.L.F.A. (Anonima Lombarda Fabbrica Automobili– “Fábrica de Automóviles de Lombardía, Sociedad Anónima”). El emblema de la compañía subrayaba los nuevos lazos que la unían a Milán: una cruz roja del estandarte de la ciudad y la serpiente verde de la familia Visconti (Biscione en italiano). El primer automóvil que llevó este escudo fue el 24 HP.
El inicio de la Primera Guerra Mundial y la escasez de recursos fueron problemáticos para la compañía, la cual fue adquirida el 2 de diciembre de 1915 por el ingeniero y empresario napolitano Nicola Romeo. Luego de eso, cambió su nombre a Alfa-Romeo. La planta de Portello, con 2500 obreros, fue ampliada y adaptada para producir materiales de guerra. La planta fabricaba compresores de motores, municiones, motores para aeronaves y, desde 1917, trenes. La compañía volvió a fabricar automóviles cuando terminó la guerra.
Alfa Romeo marcó un hito importante cuando presentó sus credenciales en competencias al ganar la carrera Targa Florio en 1923 (la primera de 10 carreras ganadas por la marca) con el RL TF, donde también apareció por primera vez el emblema del trébol de cuatro hojas (Quadrifoglio en italiano), y luego en 1925 con el P2 Gran Premio que ganó el Primer Campeonato Mundial de Automóviles de la historia, la primera de cinco victorias para Alfa Romeo.
Mientras tanto, Romeo había reemplazado al ingeniero de Alfa, Giuseppe Merosi, quien había creado los primeros modelos y había ingresado a la compañía en 1910. Contrató a Vittorio Jano, quien se convirtió en el creador técnico de los modelos de Alfa más importantes de la década del 30. Debutó con el modelo P2, al cual le siguieron el 6C 1500 (1928), el 6C 1750 (1930), el 8C 2300 (1931) y el Gran Premio Tipo B-P3 (1932), todos los cuales contribuyeron en gran medida a aumentar el récord de premios del Quadrifoglio y elevaron decisivamente el prestigio técnico de los automóviles que se fabricaban en la planta de Portello. Jano también estuvo a cargo del legendario modelo de motor de ocho cilindros en línea 8C con súper cargador.
En los años 30 la leyenda de Alfa Romeo tomó forma. La fiabilidad del motor era indiscutida y pilotos famosos como Antonio Ascari, Gastone Brilli Peri, Giuseppe Campari, Enzo Ferrari, Tazio Nuvolari y Achille Varzi estaban en boca de todos. Ganaron varias carreras legendarias: Mille Miglia (11 victorias, un récord invicto), Le Mans 24 horas (cuatro victorias consecutivas), Targa Florio y una gran lista de Grand Prix internacionales. Además, la experiencia técnica ganada en las carreras se transfirió a los modelos de producción estándar.
La recesión mundial posterior al crack de Wall Street de 1929 tuvo repercusiones en la expansión de Alfa Romeo: la compañía fue tomada en 1933 por el IRI (Istituto per la RicostruzioneIndustriale- Instituto por la Reconstrucción Industrial). Ugo Gobbato fue designado como Director Administrativo. Estuvo a cargo de racionalizar y reorganizar la producción, concentrándose en el negocio de los motores de aeronaves, los vehículos industriales y automóviles de carreras y turismo.
La compañía dejó el automovilismo en esta época y los automóviles 8C2300B se entregaron a la Scuderia Ferrari. Los resultados fueron brillantes: Alfa ganó más carreras que cualquier otro fabricante en 1934 y la producción de automóviles de carrera incluso opacó a la producción estándar en 1936. La producción para la industria aeronáutica alcanzó casi el 80% de los ingresos anuales totales. Hubo nuevos pedidos y se abrió una planta nueva en Pomigliano d'Arco (Nápoles) a fines de la década.
No obstante, el inicio de la Segunda Guerra Mundial truncó los planes de la compañía. Al igual que la mayoría de las industrias italianas, Alfa se pasó a la producción de materiales de guerra y sus plantas fueron bombardeadas por los Aliados (la planta de Portello dejó de funcionar por completo luego de los daños sufridos el 20 de octubre de 1944). En el abril siguiente se volvió a trabajar luego de que se firmaran los tratados de paz, pero los talleres habían sufrido muchos daños y no había materiales para fabricar motores de aeronaves, autobuses o automóviles. Por lo tanto, los 8000 empleados de la planta de Portello fabricaron hornos eléctricos, muebles, puertas, ventanas y persianas de metal; en otras palabras, los materiales necesarios para reconstruir un país devastado.
La fabricación de automóviles recién se reanudó en 1946. Salieron de la fábrica los 2500 de 6C anteriores a la guerra y los 158 rescatados de los escombros de la guerra corrieron en las pistas. No tardaron en aparecer nuevas versiones (Freccia d'oro y Villa d'Este), y la ubicación de una innovadora palanca de cambios en el volante. El 1900, el primer Alfa con carrocería monocasco, fue diseñado en 1950 por Orazio Satta Puliga (quien se había incorporado a la empresa en 1938), y además se abrió la primera línea de ensamblaje en la planta de Portello.
Las victorias en las carreras se multiplicaron. La supremacía del Alfa 158 en los Grand Prix era absoluta, y Nino Farina ganó el Campeonato Mundial de Fórmula Uno en 1950. Al año siguiente le llegó el turno al legendario Juan Manuel Fangio: él ganó el segundo Campeonato conduciendo un Alfa Romeo 159 equipado con el motor 1500 más poderoso que se haya construido, que desarrollaba 425 HP y una velocidad máxima superior a los 300 km/h.
Inmediatamente después, Alfa decidió retirarse de la competencia de Grand Prix, pero continuó compitiendo en la categoría Sport con el 1900 Disco Volante, un automóvil con forma de platillo volador capaz de alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h.
El Giulietta Sprint fue presentado en 1954. Este automóvil (junto con un Spider (1955) y una berlina (1955)) sería fundamental, y no sólo para la historia de Alfa: estableció nuevos parámetros (fue el primer automóvil de producción masiva con un motor con doble árbol de levas en cabeza hecho completamente de aluminio), y encarnó la voluntad de Italia de emerger de los años oscuros de la guerra. Aún más, consolidó la vocación de Alfa Romeo de ser uno de los principales fabricantes de automóviles.
La década del 60 comenzó con el éxito del Giulia (1962), el cual desarrolló la filosofía del modelo anterior, el Giulietta, pero a otro nivel. Debido a este éxito fue necesario ampliar las plantas de fabricación de Alfa Romeo y abrir una nueva en Arese, cerca de Milán.
Al final de su larga carrera, el Giulia y los modelos que surgieron a partir de éste, el Giulia Sprint GT (1964), el 1600 Spider Duetto (1966) y el 1750, alcanzaron el increíble objetivo de un millón de unidades producidas. Las carreras continuaron durante toda la década. Se estableció el equipo de carreras Autodelta y Alfa Romeo ganó en las pistas de todo el mundo con el Giulia TZ (1963), el TZ 2 (1965), el Giulia GTA (1965) y el 33 (desde 1969 hasta 1971).
Como resultado de las habilidades administrativas del previsor Giuseppe Luraghi, CEO hasta 1974, y de las capacidades notables en materia de ingeniería de Orazio Satta Puliga, ingeniero ejecutivo de Alfa, quien estuvo a cargo de todos los modelos hasta el Alfetta, Alfa Romeo llegó a la cima de su desarrollo en la década del 60. La planta de
Portello, ahora incorporada a la desarrollada ciudad de Milán, no era suficiente. La producción se fue transfiriendo gradualmente a la nueva planta de Arese (con un área de más de 2,5 millones de metros cuadrados) y se abrió un prototipo de pista de carreras en Balocco (Vercelli).
Debido al rápido crecimiento de la demanda de los clientes, Alfa Romeo planeó la apertura de otra planta nueva en Pomigliano d'Arco (Nápoles): la piedra fundacional se colocó el 29 de abril de 1968. Al ingeniero Rudolf Hruska se le encargó el diseño de un nuevo Alfa: el Alfasud, un automóvil compacto y básico equipado con varias soluciones mecánicas sofisticadas (motor flat-4 boxer con tracción delantera), que se presentó en 1971.
Al año siguiente se comenzó a producir el Alfetta en Arese. Este sedán deportivo con mecánica sofisticada (motor frontal, tracción trasera, eje trasero y transeje De Dion) fue un modelo líder en su segmento durante varios años. El Alfetta GT (1974), seguido por el sedán New Giulietta (1977) de un segmento más bajo, fueron el eje central de la producción en la planta de Arese.
Mientras tanto, Alfa Romeo ganó dos campeonatos mundiales: en 1975 ganó el 33 TT 12 (campeonato de fabricantes) y en 1977 ganó el 33 SC 12 (campeonato de prototipos).
Los problemas procedentes de la agitación social de los 70 se hicieron sentir en toda Italia, y también en Alfa Romeo. A pesar de esto, la compañía siguió preparando modelos y estrategias para la siguiente década: el Alfa 33 reemplazó al Alfasud en 1983, el famoso Alfetta fue reemplazado por el Alfa 90 (1984) y se presentó el Alfa 75 (1985), el último modelo de la familia Alfetta, para celebrar los 75 años de la marca.
La compañía volvió a cambiar de dueños en 1986 por tercera vez en su historia. Esta vez, el Fiat Group adquirió Alfa Romeo, que estaba produciendo el nuevo sedán 164 (1987). El éxito de este automóvil reviviría a Alfa Romeo y a la planta de Arese. El año 1992 fue el año del modelo 155, que tuvo un éxito notable en las competencias. En 1994, se presentó el modelo 145 para reemplazar al 33, y el GTV deportivo y el Spider se introdujeron al año siguiente.
Uno de los modelos clave para el resurgimiento de Alfa en 1990 fue el 156 (1997). Este sedán deportivo presentaba características técnicas de vanguardia (como suspensión delantera de doble horquilla y motores diesel de conducto común). Tuvo un éxito sensacional en el mercado, recibió el premio al Automóvil del Año en 1998 y, en lo que respecta a pistas de carrera internacionales, cosechó varias victorias en la categoría Touring Car. El modelo 166 reemplazó al 164 en 1998 y en el año 2000, el 147 (también premiado como el Automóvil del Año) reemplazó al 145. En otoño de 2003 se presentó el Alfa GT, una cupé de cuatro asientos que tenía un concepto de estilo parecido al Giulietta Sprint. Por su parte, el 159 reemplazó al 156 en el año 2005, presentando una evolución en el estilo e implementando proporciones, versiones de motores y configuraciones de carrocería totalmente renovadas. Ese mismo año, se presentó la cupé Brera, seguida por el nuevo Spider en 2006.
Alfa Romeo también introdujo el ansiado 8C Competizione ese año, una cupé de alto rendimiento con un diseño notable que se convirtió en un clásico casi de inmediato. Este súper automóvil, del cual se fabricaron sólo 500 unidades, estaba destinado sólo a coleccionistas y a un puñado de afortunados. Le siguió el 8C Spider en 2008, el cual mantuvo las mismas características mecánicas y de rendimiento que la cupé. Ese mismo año se presentó el Alfa Romeo MiTo, un automóvil deportivo y compacto.
Ahora es el novísimo Giulietta el que debe reforzar la marca en uno de los segmentos de mercado más importantes de Europa. En el año del centenario de Alfa, el nombre es un tributo a una leyenda automotriz, que fue fundamental en la historia de Alfa Romeo: el Giulietta original cautivó la imaginación de varias generaciones de fanáticos de los automóviles. Este modelo permitió que el sueño de tener un Alfa Romeo y de disfrutar de su nivel de comodidad y excelencia técnica fuera posible por primera vez.
El Centro de Estilo de Alfa Romeo ha diseñado el nuevo Giulietta, un cinco puertas con un estilo inconfundiblemente típico de Alfa Romeo, capaz de expresar, al mismo tiempo, una gran agilidad en las carreteras más difíciles y de brindar un alto nivel de comodidad en la ciudad.
Esto es mérito de la nueva plataforma Compact de Alfa. A través de soluciones de suspensión sofisticadas, dirección activa de doble piñón, materiales de primera calidad y tecnologías de fabricación de vanguardia, el Giulietta logra un nivel excelente de confort a bordo, características dinámicas y seguridad (tanto activa como pasiva).
La semana que viene (del 1º al 4 de julio), el foco de las celebraciones por el centenario de Alfa Romeo en todo el mundo se traslada a Goodwood, en West Sussex, donde la famosa marca italiana será la marca destacada del Festival of Speed.