Es un hecho que el Porsche Panamera podrá ser un cumulo de tecnología y comodidad pero es feo y atenta contra el espíritu de la marca. Por gracia (o desgracia) existen los preparadores externos que suelen atacar a los nuevos modelos logrando en ocasiones verdaderas obras de arte que acentúan las formas generales o de plano echan a perder un coche sin contemplaciones.
Desde que apareció en el horizonte el Panamera se han hecho preparaciones que sólo habían acentuado los feo que es, pero SpeedArt con pequeños cambios estéticos logró un buen resultado que le da una imagen fresca, además le metió mano a la maquina llevándolo hasta los 650 hp que bien dice su nombre.
La parte frontal agrega un nuevo apéndice en la parte inferior que funciona como elemento aerodinámico, justo bajo del mismo se encuentran dos tomas de aire para los frenos, estos elementos nos recuerdan a los autos de competencia DTM.
El cofre cuenta con dos pequeñas tomas de aire y aprovechan el quitar el emblema de Porsche para simular una toma más. El juego óptico mantiene su forma original pero agrega contornos más oscuros y micas ahumadas.
En la parte trasera también se agregaron pequeños detalles como molduras en la parte lisa de la fascia lo que le da una imagen más cuadrada y como dicen en las casas de diseño automotriz, más “musculoso”. La parte baja aloja un nuevo difusor con escapes gemelos dobles, mientras que en la parte superior cuenta con un discreto alerón.
Los faldones que acompañas la parte lateral luces bien en conjunto con los nuevos rines de 22” que dejan ver sus nuevos discos de freno.
Las entrañas del Panamera cambian gracias a nuevos y por supuesto más grandes turbos, con todo el equipo de intercoolers, escapes y reprogramación electrónica. Con lo anterior su caballaje sube hasta los 650 caballos con un par motor ideal para acabarse las llantas al primer arrancón de 890 Nm. Como resultado logra el 0 a 100 en 3.5 segundos con una velocidad máxima de 320 km/hr, nada mal para un auto de este tamaño.