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Yamaha Tricity 2015, a prueba

Una nueva propuesta de triciclo de baja cilindrada para la ciudad.

Yamaha Tricity 2015, a prueba

Antecedentes

El Tricity como bien lo dice su nombre es un triciclo para uso urbano, sólo que dos ruedas se encuentran en la parte delantera para darle más estabilidad mientras que atrás se mantiene como una moto al contar con una sola. Esto significa que aspira a llegar a un público inexperto o principiante en el tema de las motocicletas.

Esta no es una idea nueva, ya habíamos visto otras opciones como la de Piaggio llamada MP3 y cada vez más se integran a este tipo de propuestas –sobre todo en Europa donde es necesaria una licencia especial para manejar una moto pero no para un vehículo de tres ruedas como éste. La gran diferencia es que esos otros son catalogados como Maxi Scooters o scooters de gran cilindrada pues superan los 400cc mientras que este nuevo Yamaha Tricity es de apenas 125cc.

Precio: USD$4.274

Características técnicas y mecánicas

El motor es de un solo cilindro y 125cc de cuatro tiempos, enfriado por líquido, con un árbol de levas a la cabeza y alimentado por un sistema de inyección de gasolina que entrega 10.9 Hp y 8 Lb-pie de torque. Éste está acoplado a una transmisión “automática” CVT –continuamente variable- como es tradición en este tipo de motos.

Los frenos son de dos discos en la parte delantera –uno en cada rueda- y un disco sencillo en la parte trasera que son accionados mediante un sistema hidráulico el cual además es llamado por la marca como UBS (Unified Braking System y que actúa en ambos extremos –atrás y adelante- al mismo tiempo cuando utilizamos cualquiera de las dos palancas en el manillar.

La suspensión definitivamente es la pieza más compleja de este scooter ya que se trata de dos horquillas independientes –una en cada rueda delantera- unidas por un paralelogramo en la parte superior. De esta forma lo que sucede en una rueda no afecta directamente a la otra pero cuando se acuesta la moto, las ruedas se inclinan al mismo ángulo sin comprimir la horquilla. En la parte trasera encontramos un basculante con un solo amortiguador que se apega más al concepto original del scooter.

Las ruedas delanteras son mucho más delgadas de lo que podríamos pensar, de medida 90/80 R14 pero que en conjunto superarían a la superficie de contacto de una moto con rueda sencilla adelante. Atrás, el neumático es de 110/90 R12.

Con un largo total de 1,905mm, un ancho de 735mm y una altura de 1,215mm podemos catalogarla como una moto compacta, definitivamente pensada para la ciudad pero que tiene capacidad para dos personas y hasta un baúl debajo del asiento de 20L de capacidad en el que cabe perfectamente un casco modular.

El peso también es muy contenido, con 152 Kg que son aproximadamente 20Kg más que el popular BW’s 125. Tomando en cuenta la complejidad de la suspensión y las múltiples piezas que contiene nos pareció bastante adecuado. La altura del asiento es de 780mm respecto al piso así que es bastante bajo, una vez más ayudándole a quien conduce a sentirse más en control y seguro.

 

Confort

A pesar de la complejidad que puede representar el tener dos ruedas delanteras, este Scooter citadino es muy sencillo en cuanto a lo que ofrece. Cuenta con capacidad para dos pasajeros y los posa pies traseros se ocultan en la carrocería para no arruinar el bonito diseño. El tablero consta de una pantalla LCD monocromática en la que se muestra al centro la velocidad a la que se viaja, al extremo izquierdo el reloj, seguido del nivel de combustible mientras que del lado derecho se divide en dos, mostrando la temperatura exterior arriba y el computador de viaje abajo. Algo que nos gustó mucho es esto último ya que podemos ver cuántos Km nos está rindiendo el tanque pero también nos muestra la vida útil del aceite y de la banda de la transmisión para así reemplazarlos a tiempo.

Los botones son pocos, únicamente tenemos el de arranque del lado derecho y del izquierdo del manillar, el de las direccionales, el del pito y otro más para alternar entre las luces altas y las normales.

Ya habíamos  hablado del pequeño bául que tiene debajo del asiento que mientras manejamos puede albergar algunos objetos que necesitemos transportar pues cuenta con una capacidad de 20L pero también encontramos un gancho plegable al centro de la moto y en medio de las piernas en el cual podemos colgar bolsas de compras o una mujer su cartera también. Nos hubiera gustado que tuviera alguna pequeña guantera debajo del manillar pues creemos que sí existe el espacio para ello pero por alguna extraña razón, Yamaha no lo incluyó en el diseño.

Otra cosa que nos gustó es que cuando dejamos la moto en la calle, podemos no sólo dejarla con la dirección bloqueada con la llave sino que también podemos tapar el cerrojo de la llave con una pequeña placa metálica que sale al presionar un botón. De esta forma queda oculto y seguro para que los amigos de lo ajeno no puedan siquiera intentar abrir  el baúl debajo del asiento o incluso arrancarla. Para quitar dicha plaquita, hay que girar el cerrojo con la parte trasera de la llave. Un mecanismo muy sencillo pero que se agradece.

Finalmente es prudente mencionar que cuenta con pata lateral para estacionarla o también el parador central.

 

Manejo

En este Yamaha Tricity 2015 todo se trata de darle más seguridad a quien conduce, por eso es que cuenta con estas dos ruedas delanteras pues es el punto más débil en una moto, donde si se pierde adherencia con el piso, terminas más fácilmente tirado. Algo importante que hay que decir es que el hecho de contar con dos ruedas en el eje delantero no significa que la moto se mantenga en equilibrio por sí sola, es decir que si llegamos a un semáforo y nos detenemos, sí vamos a tener que bajar el pie para detenerla y así evitar que se caiga la moto, tal cual como una moto normal.

La ventaja está en las maniobras de baja velocidad –que es donde se corre más riesgo de tirar la moto- pues el doble apoyo adelante ayuda a mantener estable la motocicleta. Una vez en marcha, se conduce exactamente igual que una moto normal, incluso hasta con la técnica de contra manillar –que es cuando la moto se inclina al empujar o jalar el manillar y así tomar la curva con velocidad- se mantiene igual.

El empuje del motor es poco sí, sobre todo cuando está frío, pero una vez entrando en temperatura la situación mejora considerablemente. No es la moto más explosiva pero cumple muy bien como movilidad urbana. Estamos hablando de una moto que no supera los 100 Km/h así que su fuerte son las maniobras entre los 10 y 40 Km/h.

Inspira de verdad mucha confianza y se logran ángulos de inclinación interesantes en los que hay que tener cuidado de no raspar el parador central. Los frenos son más que suficientes y rara vez llegamos a bloquear una rueda –no tiene ABS- con el pavimento en seco.

 

Conclusión

La Yamaha Tricity 2015 sin duda nos divirtió cuando la probamos. La llevamos a todos lados por una semana, probando así, sus capacidades urbanas en una de las ciudades más grandes y congestionadas del mundo: Ciudad de México. Nos entregó casi 270 Km con un solo tanque de 6.6L así que es bastante económica.

El precio nos pareció un poco elevado dada la pequeña cilindrada del motor pero entendemos que el tema de la suspensión compleja eleva los costos de la misma. No puede competir contra otros scooters de baja cilindrada por eso, pero tampoco contra los de tres ruedas pues están mucho más arriba en potencia y precio.

Es una gran opción para quienes están hartos del tránsito citadino o para quienes quieren empezar con el mundo de las motos ya que les dará mucha confianza para realizar maniobras sin bajar los pies y podrán probar cómo es vivir con una moto en el día a día sin tanto riesgo.

 

 

 

Probamos la Yamaha Tricity 2015 en México

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