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Tuning

Se descubrió todo, Pimp my ride era una farsa

Según testimonios de los participantes, el popular programa de tuning emitido por MTV no era lo que parecía.

Se descubrió todo, Pimp my ride era una farsa

“Pimp my ride” fue uno de los programas más populares MTV durante la década pasada. Si jamás lo viste, el show consistía en episodios donde varios jóvenes presentaban su auto destartalado, hablaban de sus experiencias y sueños a futuro y el taller West Coast Customs se encargaba de modificar profundamente sus vehículos basándose en la personalidad y gustos del afortunado. Todo esto bajo la conducción de Xzibit, un rapero que se hizo famoso más por este programa y películas de cine que por su música.

Si bien sobre gustos no hay disgustos, todos los fanáticos de los autos nos hemos quedado enganchados más de una vez con este programa, que a su favor tiene el haber sido uno de los primeros en ofrecer esa dinámica “historia-restauración-resultado” tan de moda hoy en día. Pero como casi todo lo que sucede en la televisión, lo que nos muestran no es realidad

Según los testimonios que recabó The Huffington Post, “Pimp my ride” no era más que un gran montaje. En entrevistas con tres ex participantes, se han encontrado con declaraciones que algunos sospechábamos pero ahora confirmamos: Buena parte de las modificaciones eran retiradas a poco tiempo de ser instaladas “por motivos de seguridad” (circular con una máquina de palomitas funcionando en el habitáculo no es lo más seguro, en eso estamos de acuerdo) y los tiempos que se mostraban en la TV, donde se decía que la modificación tardaba dos semanas también eran falsos, en realidad se extendía por varios meses, lo que obligaba a los participantes a alquilar un auto y luego pelearse con MTV para obtener un reembolso.

Seth Martino, uno de los participantes, declaró que casi todos los elementos electrónicos que instalaron no funcionaban y las que sí lo hacían como las luces LED en su asiento, se calentaban tanto que no podía manejar si estaban encendidas. Por otra parte, Jake Glazier (quien participó en la cuarta temporada) se quejó de que si bien en el programa se decía que le habían colocado un escape nuevo, solamente le cambiaron la salida del escape por una cromada y que le añadieron mucho peso a su auto sin modificar la suspensión, lo que le ocasionó más de un dolor de cabeza (y de espalda).

Pero esto no es nada comparado con lo que le pasó a Justin Dearinger: Unos años después de que su Toyota Rav4 hubiera sido modificada por Xzibit y su gente, él se encontraba circulando con su novia en el asiento del acompañante, quien advirtió humo en el habitáculo. Inmediatamente detuvieron la marcha y se bajaron del vehículo, decisión que les salvó la vida ya que la SUV explotó en pedazos justo un instante después (ver video).

La réplica de la empresa no tardó en llegar. Larry Hochberg, coproductor ejecutivo del programa, respondió a estas denuncias diciendo que siempre se trataba de trabajar también sobre la parte mecánica de los autos, pero que “algunos estaban tan viejos y oxidados que no importaba la cantidad de trabajo que se pusiera en ellos, ya que la finalidad del show no era la de restaurar vehículos, sino "embellecerlos.

Lo cierto es que como buena parte de las cosas que vemos en televisión, las historias tratan más que nada de captar nuestra atención y entretenernos. Muchos prefieren pensar que todo es 100% real y algunos se contentan con ver el resultado terminado, quién dice, quizás más de una idea le haya servido de inspiración a un tuner o tal vez, gracias a este programa, hoy tenemos nuevos fanáticos de los motores entre nosotros.

 

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